Hay que hacer mucha atención a las entregas a domicilio, la criminalidad tiene en la mira a clientes y repartidores. Toma tus precauciones.

La industria del delivery ha sido una de las pocas que ha logrado crecer en tiempos de pandemia del coronavirus, pero hay que hacer atención a las entregas a domicilio. Este crecimiento ha venido acompañado por un aumento en los riesgos que asumen los repartidores y clientes. Asaltos y estafas son algunos de los peligros que afrontan tanto las personas que solicitan un producto como los que lo entregan.

La “metodología” de los asaltantes es común en la mayoría de los países: solicitan un pedido falso. El repartidor lleva el pedido al domicilio donde supuestamente se realizó la solicitud. Allí lo esperan los ladrones, que lo interceptan y se quedan no solo con los productos, sino también con el vehículo (auto, bicicleta, moto) del repartidor.

Luego, los ladrones retiran las placas a las motocicletas y autos. En ocasiones convierten esos medios de transporte en piezas, porque son más fáciles de revender. Otras veces comercializan los artículos robados a través de Internet.

Los clientes también han sido estafados. En ocasiones se presentan personas frente a su puerta, con credenciales falsas de una empresa de delivery. Al abrirles, entonces los ladrones aprovechan para entrar a la casa.

Chile y Argentina son los  países más afectados por la ola de atracos

Latinoamérica ha sido el continente más golpeado por la ola de atracos contra los repartidores. La situación ha sido tan complicada en países como Chile y Argentina que no solo las empresas, sino también los ciudadanos han adoptado diversas medidas. La ola de atracos ha afectado también a Colombia, Panamá y Venezuela.

Por ejemplo, en el municipio argentino de Hurligham, los vecinos desarrollaron un registro de repartidores. Ellos elaboraron un tipo de “corredor seguro”. En un grupo de Whatsapp, los vecinos que hacen y reciben entregas están conectados con el Centro de Monitoreo de la policía.

Muchas empresas de delivery no ofrecen seguros para los repartidores y sus vehículos

Los repartidores están inscritos en un registro. Allí reciben una credencial personal, con un código QR. Cuando ese repartidor llega a entregar su pedido, el cliente puede escanear ese código y así sabrá la identidad del repartidor.

“Está claro que esta pandemia puso al delivery como un sistema casi indispensable para poder llevar a cada domicilio lo que haga falta, y este registro de repartidores de las distintas empresas nos permite tener la identificación de cada trabajador y de cada moto con los datos específicos”, aseguró el intendente de Hurligham, Juan Zabaleta.

Por lo general, las empresas de delivery no se hacen cargo de los robos que sufran los repartidores, mientras estos hacen su trabajo. Solamente corren con los gastos ante accidentes de tránsito, en el que el repartidor no sea culpable.

En Chile, de acuerdo con el director ejecutivo de la Fundación Ciudadano Seguro, David Rozowski, las empresas de delivery deberían incorporar algún tipo de seguro para los repartidores y sus vehículos. “También las empresas deberían tomar los resguardos de por ejemplo o instalarle un GPS, con algún sistema de alarma y automático a una central de monitoreo, y obviamente tener un registro entre las mismas empresas para saber cuáles son las calles más robadas, las esquinas más robadas para poder darle la instrucción a los repartidores de que no pasen por ahí”, aseguró.