Mientras la nueva variante del coronavirus, Omnicron, se expande por el mundo, los gobiernos implementan una caza de brujas a los no vacunados

Los gobiernos no saben qué hacer y han empezado una caza de brujas a los no vacunados. Lo que no se entiende es el miedo de los vacunados. La aparición de la nueva cepa del coronavirus, Omnicron, ha dado nuevos argumentos a los gobiernos para presionar a los ciudadanos a que se vacunen.

Las medidas contra los que se nieguen a recibir la inyección van desde confinamiento hasta el pago reducido del salario o multas de hasta 8 mil dólares. Estas drásticas decisiones despiertan polémicas. No obstante, los políticos dicen que es la única solución para evitar un colapso del sistema sanitario. En todo el mundo se incrementan las protestas.

La Covid-19 se ha expandido, con mucha fuerza, por toda Europa. La llegada de la nueva cepa, procedente de Sudáfrica, podría complicar todavía más el panorama. El número de casos ha crecido rápidamente en casi todos los países del llamado “Viejo continente”.

Allí se ubica ahora mismo, una vez más, el epicentro de la pandemia. Uno de los principales problemas que afrontan los gobiernos, para lidiar con la pandemia, es la decisión de millones de personas de no de vacunarse.

Ahora, si las vacunas son efectivas, no se entiende porque los vacunados tienen miedo de infectarse y porque deben llevar mascarilla. Austria es uno de los países europeos con menor tasa de vacunación. Más del 35% de los austriacos decidió no vacunarse. Para tratar de convencerlos, el gobierno decidió que, hasta que no se pusieran la inyección, tendrían que afrontar el confinamiento y multas de más de 8 mil dólares.

La caza de brujas a los no vacunados ¿tendrá efecto o despertará la gente?

En Irlanda el problema es menos grave. Más del 89% de la población mayor de 12 años está vacunada. Sin embargo, la Covid-19 sigue expandiéndose. Por tanto, el gobierno decidió volver al toque de queda nocturno. Esto porque se sabe que el virus es nocturno como los vampiros.

Mientras, en Alemania, ante el fortísimo rebrote, las empresas exigirán a sus empleados un certificado de vacunación. Aquellos que no lo tengan, perderán parte de su salario mensual. Además, sin ese certificado no será posible utilizar el transporte público.

Las fuertes medidas contra los no vacunados no quedan solo en Europa. En Colombia, por ejemplo, para entrar a cines, teatros, restaurantes, bares y estadios es necesario mostrar un carnet de vacunación. Además, los funcionarios públicos tienen la obligación de presentar el certificado de vacunación. De lo contrario no podrán ir a trabajar.

En otros países, como México y Brasil, los gobiernos han adoptado una posición más abierta. El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador descartó la adopción de medidas drásticas. Esto significa que no habrá toques de queda, ni restricciones de viaje.

“No hay elementos para preocuparnos”, aseguró López Obrador. “No hay información sólida de si la variante Omnicron es más peligrosa que las otras”, añadió. En Brasil, Jair Bolsonaro es el primero que se niega a vacunarse. Además, ha asegurado que no apoyará ningún tipo de obligatoriedad para que las personas se vacunen. Esto, aseveró, afectaría la libertad de los ciudadanos.

¿Cómo lo vives en tu país? ¿Cuáles son las presiones que reciben los no vacunados?