¿Cómo detectar una noticia falsa? El término noticia falsa o fake news es habitual hoy, porque la desinformación es una industria.

¿Cómo detectar una noticia falsa? El término noticia falsa o fake news es habitual hoy en día porque ya hay profesionales que se dedican a esta práctica.

¿Cómo detectar una noticia falsa?  Se lo preguntan políticos, periodistas, emprendedores y especialmente las redes sociales que son el mayor vehículo de difusión de la desinformación con fines políticos u económicos.

Fake news de Google

También los buscadores se dedican a proveer fake news. Una forma de manipulación es vincular a territorios en disputa con la línea política del país más fuerte. Por ejemplo, cuando se escribe Taiwán en Google Maps aparece como un país independiente. Sin embargo, China considera a ese territorio como parte de su nación. Para Google Maps no existe Palestina como país. No obstante, esta aplicación sí muestra asentamientos judíos, ilegalmente establecidos en suelo palestino.

Para Google Maps, las islas Kuriles pertenecían a Japón. Ante esto, Rusia reclamó y solo después de esta disputa, Google accedió a colocar a estas islas como parte de Rusia. La península de Crimea aparece en Google Maps con líneas discontinuas. Por tanto, para esta empresa nunca existió la reunificación de Crimea con Rusia, ocurrida tras referendo popular, en 2014.

El hecho de que las plataformas digitales, a día de hoy, tengan un enorme poder representan un problema para la democracia. Estos espacios deberían tener como premisas los derechos humanos y el respeto a la libertad de expresión. Han tenido tiempo de sobre para demostrar esto, pero no lo han hecho. No son plataformas plurales, sino empresas que se mueven por políticas empresariales. En ellas existe una única línea de pensamiento, una única visión de mundo. Aquel que se desvíe de esa línea corre el riesgo de ser silenciado.

Los medios de comunicación tienen temor de ser etiquetado como productor de “fake news”. Las informaciones circulan tan aceleradamente en las redes sociales que tendemos a agarrarlas y retransmitirlas sin detenernos a comprobar su veracidad. En este contexto, la difusión de informaciones falsas e imprecisas que inducen a error a los lectores está en auge y se ha convertido en una amenaza cada vez mayor.

Podríamos pensar que se trata de un fenómeno novedoso, amplificado por las nuevas tecnologías que aceleran notablemente la socialización de contenidos, sobre todo en las redes sociales digitales; sin embargo, los procesos de desinformación tienen una larga historia.

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¿Qué es una noticia falsa? Y ¿cómo se detecta?

Es un contenido que puede parecernos verídico, pero que, en realidad, es falso. Este contenido puede venir de un medio de comunicación controlado por oscuros intereses o puede surgir “espontáneamente” y transmitirse de forma viral.

Las “fake news” tienen características comunes: es complicado establecer su origen, suelen estar acompañadas por comentarios de perfiles falsos, la información que colocan no es contrastable y siempre tienen una intencionalidad negativa.

A día de hoy las noticias falsas se distribuyen por diferentes motivos (económicos, ideológicos o de contenido político o relacionada con la ciberdelincuencia). Otras están marcadas por una gran subjetividad que lleva implícito que una misma realidad sea vista desde distintos ángulos y que una noticia falsa, que no tiene que ser falsa en su totalidad, represente una distorsión de los hechos o un punto de vista distinto.

¿Qué tipos de noticias falsas son difundidas?

Existen diferentes tipos de noticias falsas. Por ejemplo:

– Las que fabrican información falsa o distorsionada.

– La sátira que utiliza el humor o la exageración.

– Las parcializadas que transmiten información descontextualizada y opiniones distorsionadas como hechos.

– Las teorías conspirativas que difunden teorías sin base científica o histórica sobre conspiraciones.

– Creadoras de rumores que difunden rumores, chismes o informaciones no verificadas.

– La ciencia basura que difunde pseudociencia.

– Las generadoras de odio que fomentan la misoginia, el racismo, la homofobia y otras formas de discriminación.

– Las clickbait son titulares sensacionalistas, exagerados, muy orientados a las redes sociales y a los anuncios por clic.

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Consejos para reconocer una noticia falsa

Antes de creer en una noticia que te llegó por tu WhatsApp o Telegram, la encontraste en Facebook, Twitter, entró a tu buzón de correo, te sugiero que sigas estos pasos:

  • No te quedes solo en el titular. Lee la noticia completa
  • Revisa la fuente de información. ¿Provino de un medio prestigioso? ¿Tiene un autor específico? Si es así, pon el nombre en Google y revisa lo que aparezca de él o ella en el buscador. Si es una cadena de WhatsApp, siempre desconfía y no compartas ese contenido hasta que no estés seguro de que es (o puede ser) verídico.
  • Trata de encontrar contenidos similares. Para esto lo mejor es acudir nuevamente a Google y colocar el titular o el tema de la noticia. Si es real es muy probable que otros medios ya la tengan publicada. Así puedes contrastar.
  • Revisa los datos citados. Claro que no eres un experto en datos y fuentes y tal vez ni tengas tiempo para comprobar; pero, al menos, siempre desconfía. Si la noticia dice que “alguien dijo” algo, entonces ese “algo” debe aparecer en otro medio, como te comenté en el tercer consejo.
  • Revisa siempre la fecha de publicación. No pocas informaciones falsas se apropian de acontecimientos pasados, los sacan de contexto y los traen al presente.
  • Si recibiste una imagen impactante en tu WhatsApp, piénsalo dos veces antes de compartirla. Puedes hacer una “búsqueda inversa”. Esto consiste en comprobar si esa misma foto ha sido publicada anteriormente. Para ello, sube esa foto a Google Imágenes y de inmediato el buscador la comparará con otras que tenga guardadas en su inmensa base de datos. Si encuentra alguna igual, de inmediato te alerta. Esta técnica es muy utilizada, ya que recurrir a fotos de otros hechos (protestas, desastres naturales, etc.) y atribuirlos a un acontecimiento actual es una de las prácticas más comunes en las noticias falsas.
  • Los audios o vídeos cadena en WhatsApp cada vez son más comunes. El hecho de que estas redes estén cifradas impide que la propia plataforma pueda “bloquear” y eliminar un contenido falso. Entonces queda solo a decisión de los usuarios. Una sugerencia es que resumas las ideas centrales del audio o vídeo y recurras a los buscadores para indagar más.

¿Cómo enfrentar las noticias falsas?

Las principales plataformas de redes sociales, como Facebook y Twitter, han adoptado medidas para impedir la expansión de las noticias falsas. Los perfiles o páginas que sean denunciados por crear o compartir contenido falso son penalizados y pueden incluso desaparecer. Ahora Twitter les sugiere a sus usuarios leer detenidamente un contenido antes de retuitearlo. Además, esta red social vetó la publicación de anuncios políticos pagados, por considerarlos parcializados y potenciales difusores de contenido falso; mientras, Facebook sí continuó aceptando estos anuncios, porque constituyen una importante fuente de ingresos económicos.

No obstante, ninguna decisión tecnológica podrá impedir la proliferación de las noticias falsas. Son los ciudadanos los únicos que pueden detener su expansión. ¿Cómo hacerlo? Una de las iniciativas más interesantes es la creación de grupos de “fact-checking”. Estos son proyectos impulsados por la ciudadanía, en los que periodistas especializados investigan los hechos que son tendencia en las redes y establecen, después de un minucioso y documentado análisis, si son ciertos o no.

Fact-checking osea, controla los hechos

A día de hoy existen más de 200 proyectos de fact-checking en todo el mundo. En este sitio puedes acceder a un mapa con las direcciones de los más reconocidos.

Pero esta tampoco es la solución al enorme problema de las noticias falsas. En realidad, el único camino es formar una ciudadanía con capacidad crítica para entender la manera en que funcionan los medios de comunicación y el flujo de noticias. Esta tendencia se llama “media literacy” (alfabetización mediática) y busca, desde edades tempranas, dotar de competencias mediáticas a las personas. Es decir, enseñar en todos los niveles a los ciudadanos las características de las noticias. La idea es darles herramientas para que, por sí mismos, sean capaces de comprender cuándo un contenido tiene todas las condiciones para ser falso. Esta es la idea; pero concretarla no es nada fácil. Hay que tener en cuenta que las noticias falsas, a menudo, son producidas por los mismos gobiernos. Y cómo es resabido el ganador escribe la historia.

La manipulación mediática sobre la pandemia causa vergüenza en la historia del periodismo.

Una ola de datos falsos y manipulación de información han arropado al periodismo a nivel mundial. Han llegado a distorsionar estrategias en aras de filas y fobias políticas. En estos tiempos se comparan cifras incomparables, se especula y mienten. Realizan campañas contra los gobiernos o los políticos con los que no concuerdan. Publican balances amañados y los textos políticos se basan en intereses partidarios, desplazando afirmaciones científicas.

La emergencia de salud que vivimos, requería que los medios de comunicación asumiéramos la responsabilidad del servicio social que se debemos brindar a la sociedad. Prudencia, serenidad, profesionalismo y serenidad debieron haber sido las premisas en los diferentes medios de comunicación durante los últimos meses.

“Lo más importante para un grupo de medios y periodistas es desacreditar al gobierno, así sea a costa de incrementar los riesgos de una pandemia. Generan climas de escepticismo, de rebeldía, de alarmismo, de obsesión con su villana favorita, con discursos que, muchas veces, abrazan el ridículo.”, Expreso Cecilia González, periodista y Escritora.

Debido a todo esto, los periodistas científicos han tenido que nadar en contra de la corriente, siendo muchas veces ignorados por la masa. No se trata, por supuesto, de defender a ningún gobierno, esa no es nuestra tarea. Por lo cual, el equipo de Yo Reportero te invita a leer información sobre el coronavirus solo de medios oficiales. Esto para no alimentar la masa de desinformación que abunda en los medios de comunicación.

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Al menos 40% de la población española no sabe identificar las noticias falsas

En días presentes, las noticias falsas están en muchas páginas de internet y de redes sociales, causando un aumento importante de la desinformación. Llegando a alterar la percepción, y generar confusión en los ciudadanos españoles. Al menos el 14% de los ciudadanos españoles saben detectar noticias falsas, mientras que el 40% no es capaz de ello. Según el último informe recogido del Eurobarómetro, el porcentaje visto en España es menor respecto a la media de la Unión Europea.

El Consejo General de la Abogacía Española ha puesto en marcha una campaña  #YoNoPasoBulos, con la finalidad de detectar las noticias falsas de internet. La etiqueta busca que los usuarios de internet, ante la desconfianza de una información: pare, reflexione, verifique y si tiene aunque sea una duda, no comparta su contenido.

España sigue siendo uno de los países de la UE que carga con un mayor número de noticias falsas. El 83% de los españoles asegura que constantemente se encuentra con estas noticias sin veracidad; siendo la media europea de 69%.

Conocer el nivel de uso de internet y de las redes sociales permite analizar la exposición de la población ante las noticias falsas. Según un estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC): tras la televisión –con un consumo medio de 212 minutos diarios- se encuentra internet, cuyo uso por parte de los españoles suele ser de al menos 161 minutos por día.

Boicot contra Facebook ya empezó

Entre las grandes empresas que se han sumado al boicot contra Facebook tenemos a la marca de helados Ben & Jerry’s que pasó a formar parte de una creciente lista de empresas que, a lo largo del pasado mes de julio, han tomado la decisión de retirar sus fondos y publicidad de las plataformas de Facebook.

“Stop Hate For Profit” (No al Odio por Beneficio) que exige a Facebook tomar acciones en contra del contenido racista que incita al odio.

Es importante saber que Facebook obtiene USD 70.000 millones al año en ganancias por publicidad online.

Entre la creciente lista de clientes de Facebook que se sumaron a esta iniciativa tenemos a empresas como Adidas, Ford y HP que dejarán de anunciarse en rechazo a la cultura “del odio”, como también lo han hecho empresas como Starbucks, Coca-Cola, Honda y Verizon.

Facebook es un calderón de Fake News

Esto supone un problema para el gigante de Facebook debido a que la mayoría de sus ingresos provienen de la publicidad, también se debe tener en cuenta del número creciente de fake news en esta plataforma, que es lo que se busca detener.

La mayoría de estas grandes empresas que están sumadas a la campaña contra Facebook representan valores familiares, de respeto e igualdad. Y el hecho de que el gigante permita que contenido alentador al odio siga estando presente, desafía los valores de sus principales clientes.

Uno de los hechos que terminó de impulsar la iniciativa fue el asesinato de George Floyd el pasado mayo de este año.

Las noticias falsas o desinformación fueron una de las armas de los nazis

Las “fake news” forman parte de la historia de la humanidad. Desde la antigua Grecia, los gobiernos comprendieron el poder que tenía la información y la pertinencia de adaptarla a sus necesidades. Durante la Edad Media, las noticias se propagaban a través de sistemas de correos a caballo, juglares y vagabundos que recorrían grandes distancias. Las mentiras y calumnias justificaron asesinatos como el del duque de Orleans por el de Borgoña con una campaña epistolar o los de brujas y judíos, quemados por la Inquisición a partir de panfletos anticristianos falsificados para convencer al pueblo.

La desinformación se amplió tras la invención de la imprenta por Gütenberg a finales del siglo XV. La primera farsa periodística se atribuye al periódico New York Sun, que publicó en 1835 reportajes sobre un supuesto descubrimiento de vida en la Luna, con ilustraciones de criaturas semejantes a murciélagos, humanos y unicornios.

En la Primera Guerra Mundial, diarios británicos como The Times y The Daily Mail publicaron artículos donde decían que los alemanes utilizaban los cuerpos de sus soldados para extraer grasas y producir carne de cerdo.

Desinformación y la propaganda

La desinformación y la propaganda jugaron un rol clave en el auge del nazismo en Alemania. En 1933 se creó el Ministerio para la Ilustración Pública y Propaganda, a cargo de Joseph Goebbels. Las noticias falsas de los nazis fueron esenciales para motivar a quienes implementaron el asesinato en masa de los judíos europeos y de otras víctimas del régimen nazi, tanto así que tuvieron un enorme apoyo popular.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial y como parte de la Guerra Fría, la desinformación fue un elemento clave en la lucha de Estados Unidos contra la Unión Soviética. En el siglo XXI, las noticias falsas continuaron desarrollándose. Por ejemplo, la Administración de George W. Bush se apoyó en los medios para difundir las mentiras sobre la supuesta existencia de armas de destrucción masiva en la Iraq de Saddam Hussein. Luego se demostró que todo era mentira y el Consejo editorial de diarios prestigiosos, como The New York Times, incluso pidió disculpas a sus lectores por sus errores; pero ya la guerra había comenzado y terminado.

El auge de las tecnologías de la información y la comunicación ha dado un impulso a las noticias falsas. Hoy cualquier persona puede producir contenido y socializarlo por todas partes. Contradictoriamente, vivimos en un mundo donde tantos volúmenes de información traen como consecuencia sociedades cada vez más desinformadas.