El aumento de los precios del petróleo, electricidad, alimentos, más la inflación, ponen a Estados Unidos al borde del colapso económico

El 28 de julio pasado, el informe brutal del PIB mostró que la economía norteamericana estaba contraída un segundo trimestre y muchos expertos consideran a Estados Unidos al borde del colapso económico. Varios economistas de renombre como Robert Kiyosaky, autor del libro «Padre rico, padre pobre» afirmaron que la temida recesión había llegado.

El escritor y también inversor dijo: «Como todos sabemos, Estados Unidos ya no produce nada. Producimos burbujas. Solo hacemos burbujas de aire, así que ahora tenemos esta burbuja en el sector inmobiliario, las acciones y los bonos». También afirmo que «el 40 % de los estadounidenses no tiene 1.000 dólares», lo que provoca un aumento de la inflación complicando la situación en el territorio de la nación.

Kiyosaky advirtió que «cuando la inflación suba vamos a acabar con el 50 % de la población estadounidense, y ahí es cuando empieza la revolución. Luego, cuando Biden quitó el oleoducto Keystone XL, eso nos acabó de hundir».

¿Temor a la reseción?

La extraña sensación de que cada vez más lo peor pasó en el frente de la inflación se percibe más a menudo. En gran medida, las preocupaciones por el precio de la gasolina bajan a medida que baja el valor por litro.

Varios acontecimientos luego del informe y en los últimos días lleva a pensar que las conjeturas son apenas prematuras. Ahora el precio del combustible está cerca del $5.02 USD por galón. Así reduce la sensación inflacionista por encima del resto de la economía en la nación. Así, también baja el precio del diésel y del combustible destinado a aeronaves.

Con o sin recesión, son los propios ciudadanos estadounidenses los que sufren directamente la variación en la economía. Eso conlleva a que el precio del coste de vida esté cada vez más elevado para todos.

Una recesión implicará la perdida de millones de puestos laborales a nivel nacional. También conlleva a que pequeñas, medianas y hasta grandes empresas quiebren o se declaren en banca rota.

Un camino escabroso

El expresidente de los Estados Unidos Donald Trump habló al respecto en 2021. Aseguró que la nación tenía los días contados y que «no habrá nación para las elecciones de 2024 si seguimos este camino ». En su intervención a través de la Fox News –su favorita–, habló sobre las medidas que su sucesor tomaba y las consecuencias que traería.

Y ahora, un año más tarde, los números lo demuestran. La Oficina de Estadísticas Laborales, en un informe la semana pasada advertía que los precios al consumo estaban por encima un 8,5% más que en julio del año anterior.

Aunque esta cifra sea menor en un 9.1% que hace 40 años, aun son cifras alarmantes. Mes a mes los precios varían, pero no lo suficiente para mitigar la crisis.

¿Realmente significará la caída del imperio norteamericano? ¿La nación está en los albores de su fin? ¿Cumplirá el ciclo filosófico de la economía? ¿Qué sucederá a futuro? Sin dudas son preguntas que hay que responder hoy para evitar males mayores en el futuro cada vez más cercano.