Bromistas rusos engañan al expresidente George Walker Bush que tuvo que excusarse aclarando que tiene 75 años de edad

Dos comediantes rusos, conocidos como Vován y Lexus, se hicieron pasar por el presidente ucraniano Vladímir Zelenski y pusieron en ridículo al exmandatario estadounidense George Walker Bush. En la conversación, Bush aseveró que el objetivo de Kiev era «eliminar el mayor número posible de tropas rusas».

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Los bromistas halagaron a Bush y le dijeron que su legado había sido “preservado” en Ucrania. Luego hicieron referencia a los laboratorios biológicos financiados por el Pentágono. El expresidente mordió el anzuelo en este tema y reconoció la existencia de dichos laboratorios. Lexus y Vován aclararon que Ucrania había evacuado esas instalaciones a un lugar seguro. Por tanto, los rusos no habían podido intervenir en esos laboratorios. Al creerse que, en realidad, hablaba con Zelenski, Bush lo felicitó. “Bien. Eres un chico inteligente”, dijo.

En otro momento de la conversación, Bush aclaró que durante sus dos mandatos en la Casa Blanca trató de que Ucrania se incorporara a la OTAN. De esta forma lograría colocar a Rusia en un cerco.

Los “Zelenski” le preguntaron a Bush sobre la promesa que realizó el exsecretario de Estados, James Baker, al líder soviético Mijaíl Gorbachov, sobre la no expansión de la OTAN. Ante esto, Bush dijo que esa promesa había ocurrido mucho tiempo atrás. “Baker fue el secretario de Estado durante el mandato de mi padre. Esto tuvo lugar hace muchos años. Esto significa que Estados Unidos tienen que adaptarse flexiblemente al tiempo», aclaró.

En otras explosivas declaraciones, Bush dijo que esta era en una “guerra del mundo occidental contra los rusos”. También aseveró que esperaba que Ucrania continuara recibiendo la ayuda militar necesaria para enfrentar a los rusos.

Las posturas asumidas por George Walker Bush son las que tanto ha criticado Rusia. El exmandatario reconoció que sí existían laboratorios biológicos en Ucrania, financiados por el Ejército de Estados Unidos. También reconoció que esta era una guerra occidental contra Rusia y que la no expansión de la OTAN nunca fue una promesa que EE.UU. pensó cumplir.

La desinformación convierte en héroes a los neonazis ucranianos

La invasión de Rusia a Ucrania ha sido ampliamente desinformada por los medios occidentales. Esto ha llevado a un profundo sentimiento anti ruso que se ha expandido por todo el mundo. En España, los principales medios han mentido repetidamente, en su afán por convertir en héroes a figuras ucranianas de extrema derecha, con posiciones neonazis.

Uno de los casos más criticados fue el de Eldiario.es. Este medio, con posturas supuestamente progresistas, realizó un reportaje donde presentó a Teodoro Barabash como un ícono ucraniano que luchó para darle a su país una “vida normal”, un siglo atrás. En realidad, Barabash fue un conocido colaborador nazi. Luchó para que su país se mantuviera como un satélite del Tercer Reich. Sus acciones provocaron la muerte de miles de ucranianos, a manos de los nazis alemanes.

El reportaje manipulador fue denunciado en Twitter por la periodista rusa Inna Afinogenova. Esta profesional trabajó hasta hace poco en el canal progobierno Russia Today; pero salió de ese medio porque se opuso a la guerra en Ucrania. Tras las reacciones provocadas por su tuit, ElDiario.es tuvo que retirar el testimonio sobre Barabash del reportaje.

Otros medios españoles han tratado de presentar como héroes a los grupos de extrema derecha ucranianos que combaten en el Donbass. Por ejemplo, el diario El Mundo hizo un reportaje sobre el interés de los ucranianos radicados en Madrid por pelear en el Donbass. Para sustentar dicho “interés”, El Mundo recurrió como fuente a Ivan Vovk. El diario no se tomó el trabajo de investigar que Vovk es un reconocido neonazi.

En este escenario, Occidente ha adoptado medidas para acallar a los medios de comunicación rusos. La Unión Europea decidió bloquear a Russia Today y Sputnik por supuestamente esparcir «desinformación dañina». El bloqueo también llega a las redes sociales digitales. Todas, desde Facebook, hasta Twitter y Telegram, bloquearon las cuentas de estos medios.

Entonces, si por un lado los medios occidentales tergiversan la realidad y, por el otro, no es posible acceder a la versión rusa de la historia, pues lo que sucede es que vivimos un enorme proceso de desinformación. Aunque muchos no quieran contarlo y quienes los cuentan son víctimas de la censura.