El coronavirus ha lanzado al mundo a su peor recesión económica en décadas. Aumentó el desempleo, la pobreza y los gobiernos han limitado las libertades personales.

¿Cuáles han sido las regiones más afectadas y qué hacer para salir de esta crisis que afecta la economía mundial, con enormes ramificaciones a largo plazo? La pandemia de la COVID-19 hundirá la economía global en su peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. Los datos ilustran cuán profunda será la recesión para este año; aunque los expertos prevén un escenario más esperanzador para 2021, ante la posible utilización masiva de varias vacunas.

Las medidas restrictivas aplicadas por los gobiernos para tratar de contener un virus han impactado directamente la producción, interrumpieron las cadenas de suministros y transformaron al mercado. La mayoría de las industrias tuvo notables pérdidas; aunque otras, como las entregas a domicilio, la publicidad y el marketing, lograron un repunte. El Covid19 ya ha infectado a más de 31 millones de personas y provocado 963 000 muertes,

Que perspectivas hay para la economía mundial

De acuerdo con previsiones del Banco Mundial en su informe “Perspectivas económicas mundiales”, el PIB global se reducirá un 5,2 % este año y por primera vez desde 1870 la economía mundial sufrirá de manera simultánea una disminución de su producto per cápita. La inversión extranjera directa disminuirá en un 40% y las remesas caerán un 20%.

Según Amina Mohammed, vicesecretaria general de la ONU, entre 70 y 100 millones de personas podrían entrar en la clasificación de pobreza extrema; 265 millones más enfrentarían una grave escasez de alimentos antes de que concluya 2020 y más de 400 millones de personas, en todo el mundo, han quedado sin un empleo estable.

Se incrementa la economía online, cae la economía mundial

“Con las fronteras cerradas en muchos países, la deuda disparada y los recursos fiscales cayendo, la pandemia nos está empujando hacia la peor recesión en décadas”, aseveró Mohammed.

Los países más afectados económicamente por la pandemia han sido aquellos cuyos modelos dependen del turismo, el comercio internacional y la exportación de productos básicos. Los efectos son terribles y se sienten tanto en las economías más avanzadas como en las emergentes.

Los negocios que han sobrevivido y hasta se han incrementado son aquellos basados en la web. Por ejemplo, analistas esperan una contracción del 6,1% en Estados Unidos, lo cual pudiera incidir en el resultado de las elecciones presidenciales de noviembre, mientras que el negocio del delivery debería incrementarse por lo menos de un 15%.

Las economías desarrolladas han podido taponar las heridas

Para Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional, las economías más desarrolladas han logrado salir un poco mejor, gracias a la fuerte respuesta de sus autoridades financieras y los bancos centrales; sin embargo, los mercados emergentes están en serios problemas.

La zona de Asia oriental y el Pacífico logrará crecer, pero apenas un 0,5, su índice más bajo desde 1967. Mientras, en Europa y Asia Central, la contracción llegará al 4,7% y casi todos los países caerán en recesión.

En Latinoamérica y el Caribe, la actividad económica se desplomará un 7,2%. Según la Comisión Económica para la zona (CEPAL), la pandemia provocará un aumento del desempleo, la reducción del salario y un menor acceso a la protección social. Esta región del planeta tiene una gran dependencia del turismo, por lo que la caída prevista del 10% de esta industria tendrá una repercusión directa en la economía de estos países.

En Oriente Medio y el Norte de África la actividad económica se contraerá un 4,2%; mientras, en Asia meridional el descenso será de 2,7%. Por último, la región africana al sur del Sahara sufrirá su desaceleración más profunda, con una contracción del 2,8%.

Esta pandemia ha vuelto a demostrar la necesidad de impulsar nuevas medidas en diferentes ámbitos, como el sanitario y económico; también ha ratificado que es imprescindible buscar iniciativas de cooperación internacional para fortalecer las capacidades de los países  de enfrentar de una mejor manera situaciones parecidas a esta en el futuro.