El pelotazo no intencional que propinó el tenista serbio Novak Djokovic a una jueza de línea no solo le costó la expulsión del Abierto de Estados Unidos, sino además una pérdida millonaria.

El número uno del ranking mundial del tenis, el serbio Novak Djokovic fue expulsado del Abierto de Estados Unidos, tras golpear involuntariamente a una jueza de línea con una pelota. Por esta acción perdió no solo el partido de octavos de final, sino que también los organizadores le retiraron los premios económicos alcanzados hasta ese momento en el torneo. Nolek era el principal favorito a un título por el que hubiera recibido más de dos millones de dólares, así que el pelotazo de Novak Djokovic le costó caro.

Djokovic tuvo como rival al español Pablo Carreño en la ronda de octavos de final. En el primer set, el ibérico tomó ventaja de 6-5 y, tras ceder un punto, el serbio, visiblemente molesto, golpeó fuertemente una pelota con su raqueta hacia el fondo de la cancha. Desgraciadamente para él, la pelota impactó en la garganta de una jueza de línea, quien cayó al suelo, donde recibió asistencia médica de inmediato, porque afrontaba serios problemas para respirar.

Las reglas son ferreas

El serbio de inmediato levantó la mano en señal de disculpas y corrió hacia el fondo de la cancha, para interesarse por el estado de la jueza. Unos minutos más tarde, el árbitro jefe del Abierto de Estados Unidos, Soeren Friemel, tras conversar con el supervisor de la ATP, Andreas Egli y la jueza de silla, Aurelie Tortue, aplicó el reglamento y expulsó a Djokovic del torneo. Las reglas establecen que cualquier golpe (involuntario o no) a los jueces provoca la pérdida del partido y la salida del jugador del certamen.

Djokovic escuchó la decisión de Friemel sin protestar; luego estrechó la mano de Carreño y abandonó de inmediato la cancha del Billie-Jean King de Queen’s. En sus redes sociales pidió disculpas por el incidente y aseguró que tomaría lo sucedido como una lección para su crecimiento y evolución, tanto como jugador como ser humano. Esta es la segunda expulsión por conducta antideportiva de un Grand Slam del tenis en los últimos 20 años. En 2000, en Roland Garros, en París, el austriaco Stefan Koubek fue descalificado al propinar un bolazo a un recogepelotas.

El 2020 ha sido un año nefasto para Djokovic

El serbio ha ganado 17 torneos Grand Slam y busca romper el récord del suizo Roger Federar quien ha conquistado 20, pero las cosas no le han salido bien últimamente. Nolek se contagió, junto a su esposa, de coronavirus, al organizar un torneo donde no se tomaron las medidas higiénicas necesarias. Por su negligencia también terminaron contagiados otros jugadores que participaron en ese certamen.

Luego, el serbio quiso organizar una entidad diferente a la Asociación de Tenistas Profesionales, para supuestamente defender mejor los derechos de los jugadores; pero en ese plan no incluyó a las tenistas, por lo que el Nolek recibió críticas fortísimas. Ahora, para completar el caótico año, Djokovic termina expulsado del torneo tenístico más importante que se ha jugado en más de seis meses. Su abultada cuenta bancaria probablemente no extrañe los millones que dejó de ganar en el Abierto de Estados Unidos; pero su imagen ha vuelto a quedar muy dañada.