Hubo un nuevo choque entre los partidos que conforman el Gobierno de coalición sobre el posible retorno del Rey emérito

El posible retorno del Rey emérito a España tras el archivo de las investigaciones por parte de la Fiscalía suiza ha creado choques en el Gobierno. Unidas Podemos asegura que la decisión del país helvético «no cambia nada». Dice que «los indicios sobre actividades corruptas son numerosos» Podemos afirma que el Ejecutivo debería oponerse a su vuelta.

Esta actitud contrasta con la que mantiene el PSOE, que se pone en manos de Zarzuela. Hay que recordar que Pedro Sánchez ya ocultó a su entonces socio, Pablo Iglesias. Además, la salida de Juan Carlos I del país y provocó un encontronazo en el Ejecutivo.

El encargado de poner voz a esta actitud crítica ha sido el portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique. Por su parte, la líder del área morada en el Gobierno, Yolanda Díaz, mantiene, de momento, silencio. Los socios del PSOE no quieren que el emérito regrese a España y que, si lo hiciera, sea para responder ante la Justicia. La ministra de Derechos Sociales ha declarado este fin de semana que «la monarquía se ha convertido en el mecanismo más perfecto para la corrupción».

Unidas Podemos, ha destacado Echenique tras conocerse el archivo, es «la única fuerza de ámbito estatal que defiende que haya profundas reformas constitucionales». Esto porque bajo su punto de vista, la monarquía ha sido un «mecanismo perfecto para la corrupción». El portavoz ha añadido que «todo el mundo sabe en España de las actividades corruptas de Juan Carlos I». Además, «no deja de ser una vergüenza que no se nos permita investigar en sede parlamentaria».

«Nadie ha negado que la dictadura de Arabia Saudí transfirió 100 millones de dólares» a las fundaciones del emérito, ha expuesto. Echenique ha recordado que el emérito entregó en 2007 el Toisón de Oro al rey Abdulá, la máxima distinción que puede otorgar el monarca.

«El problema no es Juan Carlos I, el problema es la monarquía, el diseño de una institución monárquica. Si ha podido mentir durante cuatro décadas, es por un diseño constitucional, institucional, político y mediático. Y eso no ha cambiado», ha sentenciado.