La vitamina C es conocida universalmente por sus múltiples propiedades beneficiosas para el organismo humano y el sistema immunitario

La vitamina C se encuentra, sobre todo, en verduras y frutas. Ahora, una reciente investigación científica ha demostrado que la vitamina C es clave para el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

El estudio fue realizado por el Instituto de Inmunología de La Jolla y la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, en Estados Unidos. Los científicos encontraron que esta vitamina y las proteínas TET, de conjunto, fortalecen las células T reguladoras (Tregs). Con esto, aumentan las posibilidades de salvar vidas.

Las Tregs son muy importantes para el funcionamiento del sistema inmunitario. Durante mucho tiempo, los científicos han trabajado para crear Tregs de manera in vitro. La idea es utilizarlas contra diferentes enfermedades y también para prevenir el rechazo a los órganos trasplantados. No obstante, hasta el momento no han logrado desarrollar Tregs de manera artificial.

Los investigadores de La Jolla y de la Universidad de Emory ya sabían, a partir de estudios previos, que la vitamina C mejoraba la actividad enzimática de las proteínas TET. Ahora trataron de impulsar la creación de iTregs estables, en un laboratorio.

la interacción entre la actividad enzimática de las TET y la vitamina C sería decisiva para salvar vidas

La interacción entre la actividad enzimática de las TET y esta vitamina sería decisiva para salvar vidas

Una de las líderes de la investigación, la Dra. Xiaojing Yue, aseguró que la “vitamina C puede utilizarse para estabilizar las iTregs generadas in vitro. Esperamos que este tipo de Tregs inducidas puedan utilizarse en el futuro para el tratamiento de enfermedades autoinmunes y el trasplante de órganos”.

Otro de los descubrimientos de la investigación fue que las proteínas TET son imprescindibles para mantener las características génicas de las Tregs. Entonces, cuando incorporaron en los experimentos la vitamina C, lograron iTregs con rasgos parecidos a las Tregs normales que están en el ser humano.

Una de las coautoras del estudio, la Dra. Daniela Samaniego-Castruita, reconoció que su descubrimiento daba “una nueva forma de pensar en el tratamiento de enfermedades autoinmunes”. Para ella, la interacción entre la actividad enzimática de las TET y la vitamina C sería decisiva para salvar vidas en un futuro no tan lejano.