En el extremo sur de Argentina, una revolución digital está tomando forma. A simple vista, parecería un nuevo shopping online más. Pero detrás de esta iniciativa, regulada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), existe algo más que una plataforma de ventas: una apuesta por torcer las reglas del juego del comercio electrónico en el país y recuperar el terreno cedido ante las gigantes chinas como Shein, Temu y AliExpress.

La clave está en el marco fiscal especial que otorga Tierra del Fuego. Gracias a la Ley N.º 19.640, los productos que salgan de esta provincia rumbo al resto del país no pagan IVA, ni ganancias, ni derechos de importación o exportación. Un paraíso fiscal en miniatura, dentro del territorio nacional.

Una tienda digital con ADN fueguino

Esta nueva tienda, aún sin nombre comercial definitivo, pero ya apodada «el Amazon argentino», arrancará con una lista generosa de productos tecnológicos y electrodomésticos. Desde tablets hasta lavarropas, pasando por cafeteras, radios, notebooks o consolas de videojuegos. Todo fabricado en el Área Aduanera Especial (AAE) de la isla.

El proyecto no se detiene ahí. Hay puertas abiertas para que marcas de indumentaria y calzado nacionales se sumen, utilizando la misma lógica: vender al por menor directamente al consumidor, sin intermediarios, con beneficios impositivos incorporados.

¿Cómo funciona el régimen simplificado en Tierra del Fuego?

La respuesta está en los decretos 334/2025 y la Resolución 286/2025. Ambos definen un marco legal claro: el productor fueguino puede vender online a cualquier argentino, sin necesidad de pasar por mayoristas, distribuidores o tiendas físicas. Solo se permiten tres unidades por tipo de producto al año, con un tope de hasta 3.000 dólares por envío. Pero lo más disruptivo es esto: los envíos bajo este régimen no tienen ningún costo fiscal adicional.

El resultado esperado: precios entre un 30% y 50% más bajos que los del comercio convencional, y entregas más rápidas que las que garantizan los gigantes asiáticos. Todo, sin cruzar fronteras ni depender del dólar.

Un movimiento defensivo en plena guerra comercial

La plataforma no nace en el vacío. Es una respuesta directa a un contexto desafiante. En el último año, más de un millón de argentinos cruzaron la frontera para comprar electrodomésticos y ropa en Chile, donde los precios son hasta la mitad. Especialmente en Punta Arenas, un polo de compras que explota gracias a la diferencia cambiaria, a la desregulación aduanera del gobierno argentino y a tiendas como Líder, que permiten incluso retiro sin costo en tienda.

La competencia tampoco viene solo del sur. Shein y Temu han capitalizado la apertura del e-commerce global, ofreciendo envíos puerta a puerta sin trabas, lo que ha puesto en jaque a la industria local. Hoy, el 70% de la indumentaria que se vende en Argentina es importada, en su mayoría desde Asia.

Recuperar soberanía fiscal… sin salir de casa

Tierra del Fuego, con sus exenciones fiscales históricas, emerge entonces como el contraataque. No solo por el precio, también por la logística. La nueva plataforma argentina promete entregas más ágiles, un diferencial clave cuando se trata de ganarle tiempo a Shein o AliExpress, cuyos plazos a veces superan los 20 días.

Y no es menor el efecto que esta movida podría tener sobre la industria nacional. Incentivar la producción local, fomentar el consumo interno y recuperar márgenes para empresas argentinas son objetivos que trascienden la simple competencia online.

Tierra del Fuego ¿Una estrategia sostenible o una solución de emergencia?

La gran pregunta es si este modelo puede escalar. ¿Alcanzará con ventajas impositivas para contrarrestar los gigantes del comercio mundial? ¿Podrá una plataforma nacional replicar los niveles de stock, oferta y marketing de los colosos asiáticos?

Lo cierto es que, por ahora, hay algo que sí puede ofrecer: un ecosistema digital competitivo, nacional, y con precios que al fin se alinean con los bolsillos argentinos. Y todo, sin que el Estado pierda el control de su frontera ni su capacidad tributaria.