Las elecciones en Estados Unidos se acercan envueltas en una atmósfera de desconfianza y denuncias de fraude electoral. A medida que la nación se prepara para votar, resurgen viejos temores e incertidumbres que podrían tener un impacto crucial en el resultado final. Pero, ¿cuánto hay de realidad en estas acusaciones? Y, ¿cuál es el verdadero riesgo de fraude en elecciones de Estados Unidos?

La sombra del fraude en elecciones de Estados Unidos, una narrativa repetida

A pocas semanas de las elecciones del 5 de noviembre, la conversación política en Estados Unidos está dominada por una narrativa que ya resulta familiar: la posibilidad de un fraude electoral masivo. Esta narrativa, impulsada principalmente por el expresidente Donald Trump y varios de sus aliados, busca minar la confianza en el sistema electoral. Trump, quien aspira a regresar a la Casa Blanca, ha reavivado sus afirmaciones de que millones de votos ilegales podrían decidir el futuro de la nación. Ya utilizó esta táctica en 2020 y casi le funciona en aquel momento.

Sin embargo, estudios exhaustivos realizados por diversas organizaciones no gubernamentales y centros de investigación han demostrado que el fraude en elecciones de Estados Unidos es extremadamente raro. La realidad es que, aunque el sistema electoral estadounidense no es infalible, las probabilidades de que un número significativo de votos sea emitido de manera fraudulenta son muy bajas. Entonces, ¿por qué esta narrativa sigue ganando fuerza?

¿Votan los no ciudadanos en las elecciones de Estados Unidos?

Uno de los principales puntos de controversia es la afirmación de que personas sin ciudadanía estadounidense podrían votar en las elecciones. Esta idea, que circula especialmente en redes sociales y ha sido ampliamente promovida por políticos conservadores, no está respaldada por pruebas. En Estados Unidos, solo los ciudadanos tienen derecho a votar en elecciones federales, y cualquier intento de hacerlo por parte de un no ciudadano está castigado por la ley con severas penas.

Las oficinas de asistencia social y otros puntos de registro de votantes, donde las personas pueden inscribirse para votar, han sido señaladas como lugares donde supuestamente se invita a los no ciudadanos a participar en el proceso electoral. Sin embargo, los estudios muestran que, aunque cualquier persona puede acceder a los formularios de registro, solo los ciudadanos pueden completar legalmente el proceso. Además, los controles de identidad en el momento de la votación actúan como una barrera efectiva para evitar que personas sin ciudadanía emitan un voto ilegal.

El papel de la identificación en el sistema de votación

Otro tema recurrente es el debate sobre la necesidad de una identificación con fotografía para votar. Estados como Texas, Georgia y Florida exigen que los votantes presenten algún tipo de documento con foto. Mientras que en otros estados es suficiente con una firma o una tarjeta de registro electoral. Los críticos de estas políticas señalan que la falta de una identificación obligatoria para todos los votantes abre la puerta al fraude en elecciones de Estados Unidos.

No obstante, la evidencia sugiere lo contrario. En estados donde no se requiere identificación fotográfica, los mecanismos alternativos, como la verificación de firmas, han demostrado ser igual de efectivos para prevenir el fraude. Además, el derecho constitucional a votar en Estados Unidos no debe verse obstaculizado por requisitos innecesarios que podrían privar a ciertos ciudadanos, especialmente a aquellos de comunidades más vulnerables, de participar en el proceso.

¿Son seguras las papeletas por correo?

Las papeletas por correo también han sido un tema de intensa controversia. En 2020, en plena pandemia, el uso de esta modalidad de votación se disparó, y con ello las denuncias de fraude. Trump fue uno de los principales detractores del voto por correo. No obstante, él mismo utilizó este método para votar.

El fraude electoral relacionado con el correo es extremadamente infrecuente. Según análisis del Centro Brennan para la Justicia, es más probable que una persona sea alcanzada por un rayo que cometer fraude utilizando una papeleta por correo. Los procedimientos de seguridad, como la verificación de firmas y la vinculación de la papeleta a un votante registrado, hacen que este sistema sea seguro. Los votantes de ambos partidos lo han utilizado durante décadas sin incidentes importantes. En realidad, no hay razón para creer que las elecciones de 2024 serán diferentes.

Máquinas de votación y auditorías: ¿un eslabón débil?

A pesar de la creciente confianza en las papeletas por correo, las máquinas de votación electrónica han sido objeto de críticas. Aunque la mayoría de los votantes en Estados Unidos utiliza papeletas en papel que son escaneadas por máquinas, un pequeño porcentaje aún utiliza máquinas de pantalla táctil en lugares como Luisiana, Mississippi y Tennessee. Esto ha generado preocupación sobre la posibilidad de manipulaciones electrónicas.

Sin embargo, después de las elecciones de 2020, en las que se realizaron auditorías manuales de millones de votos, los resultados confirmaron la exactitud del conteo automatizado. Las papeletas en papel permiten realizar auditorías post-electorales. Esta capacidad de verificación adicional es un elemento crucial para mantener la confianza en el proceso electoral.

El impacto político de las falsas acusaciones de fraude en elecciones de Estados Unidos

El discurso de fraude electoral no solo tiene implicaciones legales y técnicas, sino también profundas consecuencias políticas. En 2022, el Partido Republicano sufrió una decepcionante derrota en varias contiendas clave. Esto ocurrió, en parte, debido a la promoción de candidatos que apoyaban las falsas acusaciones de fraude electoral de Trump. Estos candidatos no lograron conectar con votantes moderados, lo que costó al partido el control del Senado.

En 2024, la presión de Trump sobre los líderes republicanos, como el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, amenaza con repetir este escenario. Las tensiones internas y el riesgo de un cierre de gobierno impulsado por la insistencia en temas como el fraude en elecciones de Estados Unidos podrían dañar al Partido Republicano en las elecciones de noviembre, poniendo en peligro su escasa mayoría en la Cámara.

¿Qué esperar el 5 de noviembre?

A medida que se acercan las elecciones, es probable que las acusaciones de fraude en elecciones de Estados Unidos sigan ocupando un lugar central en el discurso político. No obstante, los estudios y análisis exhaustivos muestran que el sistema electoral de Estados Unidos está diseñado para minimizar cualquier riesgo de fraude significativo.

En definitiva, el verdadero desafío para los votantes este 5 de noviembre será sortear la niebla de desinformación y ejercer su derecho al voto con confianza.