El nuevo informe 2024 del FBI a través del Internet Crime Complaint Center (IC3) presenta un dato alarmante: en el último año, más de 149.000 personas fueron víctimas de un crimen digital,  relacionado con criptomonedas. ¿La cifra total de pérdidas? Un devastador $9.3 mil millones, una cantidad sin precedentes. A pesar de los esfuerzos del FBI por congelar fondos y capturar a los responsables, el dinero no se puede recuperar en la gran mayoría de los casos.

Los mayores de 60: principales víctimas del crimen digital

Las personas mayores de 60 años fueron, una vez más, las más afectadas. Este grupo reportó más de $2.8 mil millones en pérdidas solo en delitos cripto, con un promedio de $83,000 por víctima. En muchos casos, los delincuentes utilizaron tácticas de manipulación emocional y engaño digital para ganarse su confianza y convencerlos de invertir en plataformas falsas. A menudo, estas víctimas ni siquiera sabían que estaban siendo estafadas hasta que era demasiado tarde.

¿Cómo operan estas estafas?

Una de las estafas más comunes es el llamado “pig butchering”: el criminal establece una relación online con la víctima, fingiendo una amistad o romance, y luego introduce una supuesta inversión en criptomonedas que promete altos rendimientos. La víctima invierte, vuelve a invertir y, eventualmente, pierde todo acceso a sus fondos. Lo mismo ocurre con falsos exchanges, plataformas de trading clonadas, y aplicaciones con interfaces idénticas a las legítimas.

La recuperación de fondos del crimen digital es casi imposible

A pesar de contar con iniciativas como el Financial Fraud Kill Chain, que logró congelar $848 millones en 2024, la gran mayoría de los fondos perdidos no se recuperan. La velocidad con la que las criptomonedas pueden moverse entre billeteras y países hace que incluso las operaciones más coordinadas del FBI lleguen tarde. La tasa de éxito en casos internacionales apenas supera el 30%, y muchas víctimas ni siquiera denuncian, por vergüenza o desconocimiento.

Wallets y exchanges: peligros invisibles

El informe también deja claro otro punto crucial: ningún exchange ni wallet online es verdaderamente seguro. Las plataformas centralizadas son blanco constante de ataques, robos internos, hackeos masivos y estafas de suplantación. Además, cuando se trata de un fraude, muchas veces las propias plataformas no responden, no devuelven los fondos ni asumen responsabilidad legal.

Por eso, los expertos en ciberseguridad recomiendan evitar confiar tus criptomonedas a terceros, y mucho menos a plataformas que no conozcas bien.

¿Qué puedes hacer para protegerte?

Usa cuentas bancarias criptoamigables

Una alternativa segura y legal es operar desde cuentas bancarias que admiten actividades con criptoactivos, especialmente aquellas diseñadas para empresarios, traders o inversores. Estas cuentas, además de brindar protección jurídica, permiten mover fondos sin exponerte a fraudes o bloqueos sorpresivos. Puedes solicitar asesoría personalizada para abrir una cuenta criptomigable.

Aprende a usar Cold Wallets

Un paso esencial en la protección de tus activos digitales es aprender a usar correctamente las llamadas cold wallets o billeteras frías. Al almacenar tus criptomonedas fuera de línea, reduces el riesgo de hackeo prácticamente a cero. Pero no basta con tener una, hay que saber configurarla y custodiarla. Puedes recibir orientación legal con expertos en ciberseguridad.

Considera una residencia en Panamá

Panamá ofrece un entorno legal más amigable para quienes manejan activos digitales. Desde impuestos favorables hasta la posibilidad de establecer estructuras corporativas criptoamigables, este país se ha convertido en un refugio para quienes desean estabilidad jurídica y financiera.

Lo que viene: más fraude y crimen digital y menos ingenuidad

La tendencia no muestra señales de desaceleración. El mismo informe del FBI señala que el número de quejas y el monto total de pérdidas por criptofraude aumentaron un 66% respecto al año anterior. Los criminales perfeccionan sus métodos, usan inteligencia artificial para crear perfiles falsos, y desarrollan apps y sitios imposibles de distinguir de los reales.

El mensaje es claro: nadie está completamente a salvo del crimen digital. La única defensa efectiva es la educación, la prevención y el uso de herramientas seguras, fuera del alcance de estafadores y cibercriminales.

Hoy más que nunca, la frase “mejor prevenir que lamentar” toma un nuevo significado en el universo digital.