Bitcoin volvió a recordarle a sus seguidores que la volatilidad no es un accidente, sino parte de su ADN. La caída brusca desde los 91.000 hasta los 86.000 dólares sacudió la confianza de un mercado que venía celebrando nuevos máximos y provocó casi mil millones de dólares en liquidaciones en cuestión de horas. El detonante fue el inesperado repunte en los rendimientos de los bonos japoneses, que enfrió el apetito por el riesgo y arrastró a todo el sector cripto.

Con el mercado aun digiriendo el golpe, las miradas se dirigieron automáticamente a Peter Brandt, el veterano analista que ha acompañado —y anticipado— algunos de los momentos más turbulentos de Bitcoin. Esta vez, su lectura ofreció dos caminos en apariencia contradictorios: un descenso profundo hacia los 50.000 dólares y un futuro rally que podría llevar al activo a los 250.000. Para Brandt, ambas cosas pueden ser ciertas al mismo tiempo.

La estructura que señala el riesgo

Brandt no trabaja con titulares, sino con ciclos. Mostró un gráfico logarítmico que sigue desde hace doce años y que identifica patrones de techo y fondo casi rituales. En ese esquema aparece su conocida “zona verde”, una región que históricamente marca los pisos de las correcciones severas. En la parte superior, el soporte está justo debajo de los 70.000 dólares; en la inferior, cerca de los 40.000.

Ese rango, que muchos preferían ignorar mientras Bitcoin marcaba máximos, reaparece ahora como un recordatorio de que el precio aún no ha invalidado un retroceso más profundo. “¿Cuánto falta para que los compañeros de Saylor pregunten por los botes salvavidas?”, lanzó Brandt, aludiendo a la estrategia de acumulación constante de MicroStrategy y al riesgo de que una caída prolongada fuerce ventas institucionales.

Para evitar la excursión hacia los 50.000, Bitcoin debe defender los 61.200 dólares, nivel que Brandt identifica como la primera línea de contención.

Un rebote frágil del Bitcoin que no despeja dudas

Tras la caída, el rebote que siguió no inspiró demasiada confianza. Brandt lo describió como candidato a “rebote de gato muerto”, una reacción que parece inicio de recuperación pero que, en realidad, puede anticipar otra caída. Los operadores vigilan especialmente el rango entre 88.000 y 92.000 dólares, donde el impulso alcista se detuvo en seco.

Por debajo, los 85.000 son el soporte que muchos vigilan con ansiedad. Las liquidaciones masivas recientes, más de 1.200 millones en posiciones largas, revelaron una fragilidad que no se había visto este año. Tampoco ayudó que el Índice de Miedo y Codicia marcara 20 puntos, una señal de que el mercado opera bajo miedo extremo.

La falta de compras decididas explica por qué el precio no logra recuperar zonas que le devuelvan autoridad técnica. En un mes donde también se han registrado fuertes salidas de ETFs y una capitalización en retroceso, la cautela se ha impuesto como tono dominante.

El largo plazo escribe otra historia

Aunque el corto plazo se volvió áspero, Brandt insiste en que estas caídas suelen ser el preludio de los grandes movimientos. En su pronóstico más reciente, ubicó el objetivo de 200.000 dólares —un mantra para algunos inversores— no para 2025, como sugerían Tom Lee, Arthur Hayes o Cathie Wood, sino para el tercer trimestre de 2029. Su lectura desafía al entusiasmo exagerado, pero no abandona la visión alcista.

Para Brandt, el retroceso actual es saludable porque limpia excesos, enfría expectativas y reconstruye el piso sobre el que Bitcoin suele lanzar sus ciclos alcistas más fuertes. La venta institucional, que alcanzó niveles sin precedentes en relación con el volumen de Coinbase, respalda la idea de un mercado atraviesa una fase de depuración antes de su próxima expansión.

¿Quién es Peter Brandt?

Peter Brandt no es un analista improvisado ni una figura mediática del ecosistema cripto. Es un trader de futuros con más de 40 años de experiencia, respetado por su capacidad para identificar patrones técnicos en mercados impredecibles. Su libro Diary of a Professional Commodity Trader se convirtió en una referencia para entender la psicología del trading y las dinámicas de los ciclos.

En el mundo de Bitcoin, Brandt fue una voz clave desde los primeros años, cuando solo unos pocos analistas tradicionales prestaban atención al activo. Su enfoque no se basa en narrativas, sino en estructuras técnicas y comportamientos repetitivos que ha observado durante décadas. Por eso, sus gráficos se siguen con tanta atención, ya que no garantizan nada, pero rara vez hablan sin fundamento.

El mercado del Bitcoin busca su suelo

Bitcoin no está en crisis, pero tampoco navega en aguas tranquilas. El asentamiento del precio dirá si el retroceso fue un ajuste puntual o el inicio de una corrección más profunda. Lo que parece claro es que el mercado ha entrado en una fase de “despertar incómodo”, donde los soportes vuelven a ser protagonistas y los ciclos cuentan más que los titulares.

Brandt lo resumiría de otro modo: los mercados no se mueven para complacer al inversor, sino para recordarle quién manda. Bitcoin, como siempre, está cumpliendo su papel.