La economía cubana enfrenta un momento crucial marcado por la implementación de medidas que amplían la dolarización parcial en el país. Estas políticas, aunque justificadas por el Gobierno como necesarias, han generado un debate profundo sobre su impacto real. La apertura del primer supermercado que acepta dólares en efectivo en La Habana ha avivado notablemente el debate sobre la dolarización en Cuba.

¿Qué es la dolarización en Cuba?

La dolarización se refiere al uso de monedas extranjeras, en este caso, el dólar estadounidense, en lugar de la moneda nacional para transacciones económicas. En Cuba, esta práctica comenzó de manera limitada en la década de 1990, pero en los últimos años ha adquirido una dimensión más amplia debido a la crisis económica prolongada y la necesidad de captar divisas extranjeras.

El gobierno cubano ha reconocido la existencia de una «dolarización parcial». Esto implica que ciertas actividades, como las operaciones de comercio exterior, las ventas mayoristas y minoristas, así como los pagos en sectores específicos como el turismo, se realicen en dólares u otras monedas extranjeras.

Ventajas de la dolarización en Cuba parcial

Uno de los principales objetivos de la dolarización en Cuba parcial es atraer divisas extranjeras al país. Esto es crucial para una economía que depende en gran medida de las importaciones para abastecerse de bienes y servicios esenciales. Permitir que las empresas turísticas, farmacias y clínicas acepten pagos en efectivo en dólares busca incentivar el ingreso de capital extranjero.

Mayor estabilidad para sectores específicos

El uso de divisas permite a ciertos sectores acceder más fácilmente a insumos y productos en el mercado internacional. Por ejemplo, se han aprobado pagos directos en moneda extranjera a algunos productores para que puedan adquirir materiales necesarios. Esto podría mejorar la eficiencia de estos sectores y su capacidad para operar en medio de una crisis.

Atracción de turistas

La posibilidad de pagar con monedas extranjeras en efectivo o tarjetas internacionales también beneficia al sector turístico, uno de los pilares de la economía cubana. Facilitar los pagos para los visitantes podría aumentar los ingresos del turismo, especialmente en un momento en el que la competición regional es intensa.

Desventajas de la dolarización en Cuba

Debilitamiento del peso cubano

El uso extendido de divisas extranjeras socava la credibilidad y funcionalidad del peso cubano como moneda nacional. La demanda de dólares en el mercado informal aumenta, lo que debilita aún más el valor del peso. Esto afecta directamente el poder adquisitivo de la población y eleva los costos de los bienes y servicios.

Incremento de la desigualdad

En una economía dolarizada, las personas con acceso a dólares tienen una ventaja significativa sobre aquellas que dependen exclusivamente del peso cubano. Esto amplía las brechas sociales y económicas dentro del país, ya que una gran parte de la población no tiene acceso a estas divisas.

Dificultades para los emprendedores

Aunque se permite el pago de aranceles y servicios portuarios en divisas, la mayoría de los negocios privados están obligados a operar en pesos cubanos y realizar transferencias electrónicas. Esta limitación no solo encarece las operaciones, sino que también desincentiva el desarrollo de pequeños y medianos negocios, fundamentales para dinamizar la economía.

Dependencia de las importaciones

La dolarización no resuelve el problema estructural de la economía cubana: su dependencia de las importaciones. Sin un esfuerzo significativo para diversificar la producción nacional, la demanda de divisas seguirá creciendo, perpetuando un ciclo de escasez y devaluación monetaria.

¿Es viable un mercado cambiario transparente en la dolarización en Cuba?

Economistas como Mauricio de Miranda y Pavel Vidal han sugerido la creación de un mercado cambiario abierto y regulado que devuelva credibilidad al peso cubano. Esto implicaría permitir que las transacciones se realicen en moneda nacional, pero con la posibilidad de incorporar al sector privado en el mercado cambiario. Según estos expertos, las casas de cambio privadas podrían operar bajo regulaciones claras, pagar impuestos y contribuir al funcionamiento del sistema económico.

Sin embargo, la aplicación de estas propuestas enfrenta un obstáculo significativo: el control estatal absoluto sobre los mercados. Este monopolio limita la competencia y reduce la eficacia de cualquier medida destinada a mejorar el sistema cambiario.

¿Qué pasará con la dolarización en Cuba?

La dolarización parcial en Cuba representa un intento por mitigar los efectos de una crisis económica profunda y prolongada. Si bien ofrece beneficios inmediatos, como el acceso a divisas y la estabilización de ciertos sectores, también plantea riesgos a largo plazo. Entre ellos, la dependencia de importaciones, el debilitamiento del peso cubano y el aumento de la desigualdad social.

Para que la economía cubana avance hacia un modelo más sostenible, será necesario fomentar la producción nacional, diversificar la economía y establecer reglas claras que permitan una mayor participación del sector privado. Solo así podrá encontrarse un equilibrio entre las ventajas inmediatas de la dolarización en Cuba y sus desventajas estructurales.