La contienda electoral en Estados Unidos para las elecciones presidenciales de 2024 ha tomado un giro inesperado. Ahora las criptomonedas se han convertido en un tema central de debate. En un movimiento sorprendente, el expresidente Donald Trump ha emergido como un ferviente defensor de la industria cripto. Incluso, prometió convertirse en el «presidente cripto» si logra imponerse sobre su rival demócrata, Joe Biden.

Un respaldo sin precedentes del “presidente cripto”

Trump, quien anteriormente había descartado a Bitcoin como una «estafa», ha dado un giro de 180 grados en su postura hacia las criptomonedas. En una serie de declaraciones y eventos recientes, el candidato republicano ha dejado en claro su intención de impulsar el ecosistema cripto si llegara a ocupar la Casa Blanca.

En un evento de recaudación de fondos en San Francisco, Trump declaró abiertamente: «Seré el presidente cripto». Esta afirmación contundente fue respaldada por su promesa de liberar a Ross Ulbricht, el fundador de Silk Road, quien cumple una condena de cadena perpetua por su papel en el mercado en línea de drogas.

Donaciones en criptomonedas: una estrategia audaz

En un movimiento sin precedentes, la campaña de Trump anunció que aceptará donaciones en criptomonedas como Bitcoin, Ether, Dogecoin, Shiba Inu, XRP, USD Coin y Solana. Esta decisión no solo demuestra su apertura hacia el ecosistema cripto, sino que también representa una estrategia inteligente para atraer a una base de seguidores y donantes potencialmente más jóvenes y tecnológicamente avanzados.

Críticas a la regulación excesiva de Biden

Trump ha sido particularmente crítico con la administración de Biden por su enfoque regulatorio hacia las criptomonedas. Específicamente, criticó la decisión de Biden de vetar una resolución que habría derogado el controvertido Boletín de Contabilidad del Personal (SAB) No. 121 de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC). Esta normativa exige a las instituciones que custodien criptomonedas registrarlas como pasivos en sus balances. El veto ha generado inquietud en la industria.

Proyecciones optimistas para Bitcoin con el presidente cripto llegando a la Casa Blanca

En medio de este escenario político, los analistas de mercado han comenzado a hacer proyecciones optimistas para el precio de Bitcoin en caso de una victoria del “presidente cripto”. Geoffrey Kendrick, jefe de investigación de activos digitales y forex de Standard Chartered, ha pronosticado que Bitcoin podría alcanzar los $150,000 para fin de 2024 y los $200,000 para fin de 2025 en caso de que Trump gane las elecciones.

Kendrick sustenta su pronóstico en la creencia de que una administración de Trump impulsaría la adopción de criptomonedas en Estados Unidos, lo que a su vez elevaría la demanda y el precio de Bitcoin.

Señales alcistas a corto plazo

Más allá de las proyecciones a largo plazo, el respaldo de Trump a las criptomonedas ya está siendo visto como una señal alcista a corto plazo por parte de los analistas. Según Andreas Steno Larsen, analista de mercados, el apoyo de Trump es «evidentemente una fuerte señal alcista a corto plazo», aunque advierte sobre el riesgo de una mayor regulación a medida que las criptomonedas se consolidan como un tema político relevante.

El debate político sobre el “presidente cripto” se intensifica

La incursión de Trump en el mundo de las criptomonedas ha intensificado el debate político en torno a esta industria emergente. Mientras que los demócratas parecen favorecer una mayor regulación, los republicanos, liderados por Trump, abogan por un enfoque más permisivo y favorable para el crecimiento del ecosistema cripto.

Este choque de visiones podría tener implicaciones significativas para el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos, convirtiendo a las próximas elecciones presidenciales en un punto de inflexión crucial para la industria.

Sin embargo, el apoyo de Trump a las criptomonedas no está exento de críticas y desafíos. Algunos analistas advierten que la polarización política en torno a este tema podría llevar a una mayor regulación y control gubernamental, socavando los principios descentralizados que subyacen a las criptomonedas.

Además, la industria cripto enfrenta desafíos regulatorios tanto a nivel nacional como internacional, y la postura de la próxima administración será crucial para determinar el rumbo del ecosistema en los años venideros.