Venezuela atraviesa la peor crisis económica de su historia moderna, con una hiperinflación descontrolada que sigue deteriorando el poder adquisitivo de los ciudadanos. Esta «tormenta perfecta» es el resultado de múltiples distorsiones económicas y errores de política monetaria.
El sistema implementado por el gobierno de Nicolás Maduro de utilizar dólares para controlar la hiperinflación en Venezuela ha demostrado ser un error. Llega un punto en el que los ciudadanos no consumen o les sale más barato comprar en el extranjero, en Amazon y traer esos productos al país.
Sobrevaloración de la moneda
La sobrevaloración de la moneda es un fenómeno económico en el que la divisa de un país tiene un valor nominal más alto en el mercado de divisas extranjeras de lo que su valor real debería ser. Por ejemplo, en Venezuela comer una Big Mac es más costoso que en países como Suiza o Noruega, a pesar de que estos últimos tienen un costo de vida significativamente más alto. Esto indica que el bolívar venezolano está sobrevalorado en el mercado de divisas.
Tamaño del mercado
Venezuela es un país con un mercado relativamente pequeño, y su sector privado ha estado disminuido durante años. Desde la eliminación de restricciones cambiarias en 2018, el mercado ha estado luchando por recuperarse. La oferta de insumos necesarios para operar en el país es limitada, lo que genera presión sobre los precios de los productos nacionales.
La economía venezolana se ha contraído en un asombroso 80% desde 2013, y las pocas industrias que sobreviven enfrentan dificultades para satisfacer la demanda interna. Esta situación ha llevado a un aumento en los costos de producción y, en última instancia, a precios más altos para los consumidores.
Distorsiones económicas e institucionales
Uno de los factores clave que ha contribuido a la sobrevaloración de la moneda en Venezuela es el control de cambios que se mantuvo durante años. Este mecanismo llevó a una sobrevaluación del bolívar en comparación con el dólar en el mercado paralelo, donde el bolívar se devaluaba constantemente. Como resultado, los bienes venezolanos se volvieron muy baratos en términos internacionales en relación con el dólar paralelo, pero no en comparación con el dólar oficial.
Impacto de la hiperinflación en Venezuela
La hiperinflación ha exacerbado aún más el problema de la sobrevaloración de la moneda. Los precios en bolívares aumentan a un ritmo mucho más rápido que el dólar debido a la rápida depreciación de la moneda local. En un esfuerzo por contener el precio del dólar, el gobierno ha eliminado muchas restricciones cambiarias y ha inyectado divisas en el mercado. Sin embargo, esto ha llevado a que el dólar aumente más lentamente que los precios locales, lo que a su vez ha aumentado el costo de los bienes medidos en dólares. Esto quiere decir que el tipo de cambio real se ha sobrevalorado, lo que ha convertido a Venezuela en un país costoso para los productos importados.
Inflación en dólares
Los venezolanos se quejan de la existencia de una «inflación en dólares», ya que los precios locales aumentan a un ritmo mayor que el cambio. La inyección de divisas por parte del Banco Central para frenar el tipo de cambio ha generado una distorsión conocida como «sobrevaluación del tipo de cambio real» o «rezago cambiario». Según datos del BCV y el OVF, la inflación en Venezuela en 2021 alcanzó un asombroso 686%, mientras que el incremento en el cambio fue de solo el 321%. Esto significa que los precios subieron 2,14 veces más que el cambio, lo que ha llevado a un fuerte impacto en la población formalmente empleada o que se dedica al ejercicio profesional.
Necesidad de ajustes para detener la hiperinflación en Venezuela
Aunque los salarios y las tarifas por servicios están denominados en dólares, no han aumentado al mismo ritmo que los precios. Esto ha afectado la capacidad de compra y el nivel de vida de la población. La variación acumulada del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y la variación acumulada del cambio bolívar/dólar entre diciembre de 2018 y diciembre de 2021 fue de 3,72 veces. Esto sugiere que el cambio real debería estar en torno a 17,32 bolívares por dólar para mantener el mismo poder adquisitivo que en diciembre de 2018.
La sobrevaloración de la moneda en Venezuela es un problema complejo que ha influido en todos los aspectos de la economía y la vida cotidiana de los ciudadanos. La combinación de un mercado pequeño, distorsiones económicas e institucionales, hiperinflación en Venezuela y una brecha creciente entre los precios locales y el cambio ha llevado a una «inflación en dólares» que afecta a la mayoría de la población.
Para abordar este problema, es esencial realizar ajustes periódicos en salarios y tarifas por servicios denominados en dólares, y revisar detenidamente la tasa de cambio real para restaurar la estabilidad económica y mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Hasta el momento, el gobierno de Maduro no parece estar dispuesto a aplicar estas medidas.