El precio del Bitcoin vuelve a caer. Y lo hace de manera estrepitosa. La criptomoneda más valiosa del mundo, que hace apenas semanas coqueteaba con máximos históricos, se desliza ahora hacia niveles que no se veían desde abril. El derrumbe —que ronda el 25% solo en noviembre— confirma que el mercado cripto está atrapado en un ciclo de debilidad que ni los anuncios políticos, ni el entusiasmo institucional, ni la narrativa de “nuevo piso” han logrado sostener.

1. La Reserva Federal enfría cualquier esperanza

El primer detonante llega desde la Reserva Federal. La posibilidad de un recorte de tasas en diciembre —que el mercado daba por sentado hace semanas— se desplomó del 91% al 34%. Ese giro de expectativas cambió el flujo de dinero inmediato: menos apetito por riesgo, más búsqueda de refugio, más ventas en activos volátiles como el Bitcoin.

A diferencia de otros ciclos bajistas, esta vez la repolitización de la Fed fue rápida y agresiva. El mercado reaccionó con miedo, el índice de “miedo y codicia” cayó hasta niveles de abril y las acciones tecnológicas también cedieron. El mensaje fue que, si no hay estímulo monetario, no hay liquidez para sostener precios inflados.

El precio del Bitcoin lo sintió más que nadie

Además, el contexto incluye un ingrediente adicional: la guerra comercial impulsada por Donald Trump, con aranceles del 100% a las importaciones chinas, volvió a activar la volatilidad global. La última vez que eso ocurrió, en abril, BTC cayó hasta los 75,000 dólares.

El déjà vu no sorprende. La correlación entre Bitcoin y los movimientos de política monetaria nunca había sido tan evidente.

2. Un mercado saturado por ventas

La segunda razón tiene que ver con la estructura interna del mercado. La presión de venta es fuerte, persistente y viene desde varios frentes al mismo tiempo.

– Billeteras antiguas, de repente, activas

Decenas de miles de BTC que llevaban años dormidos se movieron hacia exchanges. Según analistas, esos flujos han inundado los libros de órdenes y han dejado la actividad spot inclinada de forma abrumadora hacia los vendedores.

– Salidas masivas de ETF

Los ETFs de Bitcoin registraron cinco días consecutivos de retiros por un total de 2,200 millones de dólares. Lo que antes funcionaba como un muro de entrada institucional ahora empuja el precio hacia abajo.

– Liquidaciones en cadena

El mercado subió demasiado, demasiado rápido… y con demasiado apalancamiento. Al corregir, casi 8,500 millones de dólares en posiciones largas desaparecieron en noviembre. Esa cascada aceleró la caída, redujo aún más la liquidez y dejó al mercado hipersensible a cualquier movimiento adicional.

Es un cóctel explosivo. Menos compradores, más ventas antiguas desbloqueadas y traders institucionales reduciendo exposición para proteger ganancias de fin de año.

Bitcoin se queda sin piso, porque nadie quiere atraparlo cayendo.

3. Soportes rotos y un mercado técnico que se inclina a la baja

La tercera razón es puramente técnica, pero no menos decisiva. El precio del Bitcoin perdió el soporte psicológico de los 100,000 dólares. Después cedió los 90,000. Luego los 87,000. Y ahora ronda niveles que no tocaba en siete meses. En plataformas de opciones como Deribit, el strike con mayor interés abierto ya no es el de compra a 140,000… sino el de venta a 85,000.

Los traders no apuestan por un rebote. Apuestan por una caída adicional. Esto coincide con un entorno de liquidez muy reducido desde el desplome del 10 de octubre, cuando más de 19,000 millones en posiciones apalancadas fueron liquidadas en una sola sesión. Ese shock dañó a varios formadores de mercado y dejó los libros mucho más frágiles que en ciclos anteriores.

Con menos liquidez, cualquier venta modesta puede mover el precio con fuerza. Y eso es exactamente lo que está pasando.

Un mercado nervioso y una pregunta abierta

El Bitcoin ha vivido muchos retrocesos, pero esta caída tiene un tono distinto: una mezcla de presión macro, saturación de ventas y debilidad estructural que deja poco espacio para un rebote inmediato.

Aun así, la historia reciente ofrece una pista: en abril, BTC cayó a los 74,500 dólares… y desde ahí escaló hasta los 126,000. Hoy muchos analistas creen que este movimiento podría ser un nuevo “evento de desapalancamiento”, antesala de otro ciclo alcista.

La pregunta es si Bitcoin volverá a levantar vuelo. O si, esta vez, la tormenta durará un poco más.