El nuevo director técnico del Barcelona ha comenzado muy bien. Apostó por los jugadores jóvenes, aumentó el ritmo de los entrenamientos y los resultados no demoraron en aparecer.

Ronald Koeman ha logrado cambiarle el rostro al Barcelona. Dos meses atrás, el holandés que es el nuevo director técnico del Barcelona asumió un club roto. Los culés perdieron la liga española ante el Real Madrid.

Luego cayeron por estrepitosa goleada 8-2 ante Bayern Múnich, en la Liga de Campeones. Para completar el caótico escenario, la máxima estrella del equipo, Lionel Messi, anunció que quería irse. Poco más de 45 días después, la situación es totalmente distinta.

El holandés fue un jugador icónico del Barcelona, autor del gol que dio la primera Liga de Campeones a los culés, en 1992. Como director técnico de la selección holandesa tuvo éxito. Logró que los jugadores jóvenes de ese país se entendieran sobre el terreno.

Los resultados no demoraron en aparecer. Ante esto y el fracaso que fue Ernesto Valverde y, luego, Quique Setién, la directiva del Barcelona decidió que era el indicado para asumir la reconstrucción del equipo.

Koeman de Holanda a Catalunya para tomar las riendas

Koeman renunció al banquillo de Países Bajos y tomó rumbo a Barcelona. Desde un inicio quedó claro que él tenía las riendas. Conversó con los jugadores, le aseguró a Messi que era pieza clave, al igual que Sergi Busquets y Jordi Alba. También le dijo claramente a Luis Suárez que no entraba en sus planes. La salida de su amigo enfureció todavía más a Messi. Quiso salir del club, pero la prueba de fuerza no le funcionó.

Su abultada cláusula de rescisión de 700 millones de euros lo obligó a quedarse en Barcelona. El juicio contra el club no era una opción. “Nunca llevaré a juicio al club que amo”, dijo el argentino. En realidad, sabía que perdería tiempo y dinero en cortes. Así que se resignó a jugar otro año más en la Ciudad Condal.

Coutinho, el primer gol

Coutinho, el primer gol desde su regreso al Camp Nou

Poco a poco salieron del Barcelona jugadores que ya habían pasado por su mejor momento o no rindieron lo esperado. El croata Iván Rakitic salió al Sevilla, a Nelson Semedo lo vendieron al Wolverhampton. Luis Suárez terminó en el Atlético de Madrid. Koeman apostó por la renovación y la plantilla creció con la llegada de Trincao, Ronald Araujo, Pedri. Sangre joven para oxigenar a un club que estaba ahogado.

La apuesta a un joven de 17 años del director técnico del Barcelona

La apuesta de Koeman por el futuro quedó clara cuando convirtió a Ansu Fati en titular. Tiene solo 17 años, pero un talento enorme. Además, el director técnico ha hecho hincapié en corregir una de las debilidades de la accidentada campaña anterior: la preparación física. En el juego ante el Bayern, en Lisboa, los jugadores del Barca lucieron muy mal en la parte física.

Ahora, Koeman insiste más en los entrenamientos. Apostó por un doble pivote defensivo en el sistema de juego que da más soltura a De Jong y a Busquets. Messi regresa como “falso nueve” y Griezmann se sabe titular.

El comienzo de la temporada de la Liga española ha sido bueno para el Barcelona. Dos triunfos y un empate ante Sevilla muestran que el equipo luchará por títulos. Tal vez sea demasiado pronto para valorar la gestión de un hombre que no lleva ni siquiera dos meses en el banquillo. Tal vez. Lo cierto es que, hasta el momento, Koeman ha logrado controlar el temporal. Vendrán más tormentas, de seguro. Quedará por ver cómo las afronta el holandés.