Una cubana en la realeza, es la duquesa de Luxemburgo, y según sus allegados se comporta como dictadora, es autoritaria y gasta mucho
María Teresa Mestre es una cubana en la realeza, más exactamente es la Gran Duquesa de Luxemburgo. Es considerada por sus más cercanos colaboradores como una mujer autoritaria y caprichosa. Nada nuevo dentro de las monarquías europeas; pero en el caso de ella le cuestionan sus excesivos gastos que dejan en muy mal lugar a la corte.
Los empleados al parecer no soportan estar bajo las órdenes de la colérica Duquesa. Desde 2015 más de un tercio de la plantilla del Palacio se ha marchado, no precisamente porque paguen mal. De los 11 millones de euros anuales que asigna el gobierno a la monarquía, casi ocho se gastan en personal. Cada uno de los trabajadores que solicitan su “baja” del Palacio se va con los bolsillos llenos, por los acuerdos de confidencialidad que firman, para no revelar los secretos palaciegos.
Según la prensa luxemburgués es una dictadora
Para el semanario luxemburgués “Lëtzebuerger Land”, María Teresa es una “dictadora que nadie se atreve a enfrentar”. Mientras, para “Le Quotidien”, la Duquesa pasa la mayor parte del tiempo en París y se lleva a la inmensa mayoría de sus colaboradores. Además, todas las actividades de la Asociación de María Teresa, vinculadas con la ayuda a mujeres violadas, son sufragadas por el presupuesto público de Luxemburgo. Incluso, el salario de algunos empleados de esa asociación supera al del Primer Ministro.
No obstante, la Duquesa tiene un fuerte aliado: su esposo, el Gran Duque Enrique. En días recientes, este salió en su defensa. “¿Por qué atacar a una mujer que defiende a otras mujeres, una mujer a quien ni si quiera se le da el derecho a defenderse?, se preguntó Enrique, en un comunicado de prensa, donde también reconoció sentirse “orgulloso del compromiso, la inteligencia y la energía” de su esposa.
En una entrevista a la revista París Match, María Teresa dejó caer que están valorando la abdicación de la corona. “Tener el valor de abdicar es para mí lo mejor. Mi suegro lo hizo por nosotros y en su momento nosotros lo haremos por Guillermo y Estefanía. En primer lugar porque después de una vida de servicio creo que tenemos derecho, y a veces ganas, de abandonar el primer plano para vivir unos años, si Dios nos los concede, más tranquilos”, aseveró.