El coronavirus ha provocado un aumento exponencial de desocupados en América Latina. En apenas ocho meses, 16 millones de personas quedaron sin trabajo
En poco más de ocho meses desde que la COVID-19 llegó a esta región, el total de desocupados en América Latina creció hasta la cifra récord de 41 millones de personas. La pandemia del coronavirus ha profundizado la crisis económica de los países latinoamericanos.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el aumento del desempleo provocará que crezca la desigualdad y la pobreza en todos los países. Además, Latinoamérica ya estaba sumida en una profunda crisis previa. Esta crisis era visible en los débiles sistemas de salud y de protección social y la alta informalidad laboral.
No obstante, el escenario es aún más complicado de lo que muestran las cifras. En ocho meses el número de desocupados en América Latina, recogido oficialmente por las autoridades locales, aumentó en 16 millones. Los expertos consideran que, en realidad, la cifra es muy superior. Para sustentar su argumento toman como ejemplo a Guatemala.
Guatemala es uno de los casos mas críticos de los desempleados
Este es uno de los países más pobres de la región. Allí el gobierno solo reconoce un desempleo del 2,5% de la población económicamente activa. Con esta cifra, Guatemala tiene la misma tasa de desempleo que Suiza, un país del primer mundo. ¿Cómo es posible? La razón es que en Guatemala, como en muchísimos otros países de Latinoamérica, predomina el empleo informal.
Como hay tan pocas opciones de trabajo formal, entonces las personas no buscan empleo. Cuando dejan de buscar, entonces para las estadísticas no cuentan. Esto explica el bajísimo 2,5% de desempleo en Guatemala. Por tanto, esta paradoja muestra que las estadísticas, aunque sean reales, no siempre son confiables.
Otro problema desencadenado por la pandemia es el descenso en las horas de trabajo. La contracción ha sido del 20% que equivale a 55 millones de empleos de tiempo completo en una semana y de 47 millones de empleos en semanas de 48 horas de trabajo promedio.
Para salir de esta crisis la OIT propuso una estrategia de cuatro pasos. El primero sería estimular la economía con políticas monetarias y fiscales más activas y flexibles. Además, la organización cree necesario apoyar más a las empresas con alivios fiscales. Mientras, sería imprescindible dotar a los empleos con una mayor protección social. A todo esto se añade aumentar la protección sanitaria en los centros laborales. Por último, es muy valioso el diálogo entre los sindicatos, gremios empresariales y autoridades para disminuir rápidamente el numero de desocupados en América Latina.