El director ejecutivo de SpaceX y Tesla, se involucra cada vez más en cuestiones geopolíticas y la creciente influencia de Elon Musk alarma
La creciente influencia de Elon Musk provoca inquietud entre los legisladores estadounidenses. Esto, especialmente, con respecto a los escenarios de resolución de los conflictos entre Ucrania y Rusia y entre Taiwán y China. Esto además de sus afirmaciones sobre el corte de financiamiento de las terminales Starlink en Ucrania, informa The Washington Post.
La alianza de dos décadas entre el magnate y el Gobierno permitió a EE. UU. establecer el dominio global en el espacio. Por lo que decidió apostar por la introducción de los coches eléctricos y ganar terreno en el mundo de la tecnología. Sin embargo, actualmente en Washington le están agradecidos a Musk por el avance que propició en áreas de seguridad nacional. Pero también tachan al empresario de «demasiado poderoso e imprudente»
La relación de Musk con Washington comenzó en 2008, tras la firma de un importante contrato con la NASA. Esto en un momento en que el empresario estaba muy endeudado. Posteriormente, Washington invirtió miles de millones de dólares en SpaceX y, a cambio, Musk reconstruyó el programa espacial de EE. UU.
Sin embargo, actualmente el empresario es cada vez más crítico con el Gobierno federal y a la vez establece más vínculos con la política extranjera. Asimismo, Musk mantiene lazos comerciales con Corea del Sur, Turquía, Alemania y China. Esto además de poseer y controlar más satélites que cualquier país: más de 3.000 unidades.
A medida que pasa el tiempo, Musk necesita menos a Washington, mientras que la cúpula de EE. UU. sigue dependiendo de él. «El Ejército estadounidense utiliza sus cohetes y servicios de comunicaciones por satélite para sus drones, barcos y aeronaves.
Actualmente la NASA no tiene forma de llevar a los astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional sin su cápsula espacial. Además, el cambio climático es una de las principales prioridades de la Casa Blanca. Mientras tanto, Musk tiene más autos eléctricos en las carreteras de EE. UU. que cualquier otro fabricante», dice el artículo.
En este contexto, surgieron reportes acerca de los esfuerzos de Washington por disminuir la influencia de Elon Musk, mediante la interacción con otras compañías.