La prolongada agresión militar de Israel contra Gaza, iniciada el 7 de octubre del año pasado, ha sumido a la economía palestina en una crisis sin precedentes que amenaza con hacer colapsar su frágil estructura. Tanto en la propia Franja de Gaza como en Cisjordania, la situación económica se ha tornado insostenible. Esto ha puesto en jaque la supervivencia de miles de familias palestinas.
Las drásticas medidas impuestas por Israel, incluyendo la prohibición de entrada de 200.000 trabajadores palestinos y el bloqueo de las transferencias de fondos que la Autoridad Palestina recibe de los impuestos recaudados por el Estado hebreo, han asestado un golpe letal a las finanzas públicas y al consumo interno.
Un descenso vertiginoso del PIB y el empleo
Según cifras oficiales, el Producto Interno Bruto (PIB) palestino se contrajo un 29% en el cuarto trimestre de 2023, con una caída del 81% en Gaza y del 19% en Cisjordania. El PIB per cápita se desplomó un 31%, situándose en apenas 544 dólares anuales.
Este colapso de la actividad económica ha provocado un aumento dramático del desempleo. En Cisjordania pasó del 18% al 29% en tan solo tres meses de conflicto. Sectores vitales como la construcción, la agricultura y el comercio han sido devastados, con disminuciones que oscilan entre el 27% y el 39%.
Deudas insostenibles y quiebra empresarial hunden a la economía palestina
La crisis ha puesto al Gobierno palestino al borde de la quiebra técnica. Sus deudas acumuladas superan los 600 millones de euros con hospitales, compañías eléctricas y proveedores de servicios. Los recortes salariales aplicados a los empleados públicos, que han visto sus nóminas reducidas hasta un 80%, han agravado aún más la situación.
En el sector privado, la falta de demanda y la paralización de la actividad han provocado el cierre masivo de empresas, especialmente en el ámbito de los servicios. La destrucción de infraestructuras en Gaza, con daños estimados en 30.000 millones de dólares, ha sido un duro revés adicional que ha sepultado las esperanzas de recuperación a corto plazo.
Un futuro sombrío sin ayuda internacional
Las perspectivas de recuperación económica para los territorios palestinos son desoladoras. Según un informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), si persiste la tendencia de crecimiento reciente, Gaza no lograría restablecer los niveles de PIB previos a la guerra hasta el año 2092.
Incluso en un escenario optimista de crecimiento anual del 10%, Cisjordania y Gaza tardarían hasta 2035 en alcanzar los niveles económicos de 2006, antes del bloqueo israelí a la Franja.
Ante esta catastrófica situación, el Gobierno palestino y diversos organismos internacionales han lanzado un llamado urgente a la comunidad internacional para que incremente su ayuda y presione a Israel para que levante las medidas punitivas que están asfixiando la economía palestina.