La alimentación debe incluir distintos nutrientes que son fundamentales para el desarrollo del organismo sin exceso de sal

Es por eso por lo que los expertos sugieren el consumo de carnes magras, pescados, aves, frutas, semillas, granos y verduras, entre otros tantos alimentos, todo sin exceso de sal. En consecuencia, la salud se verá beneficiada, así como cuando se consume sal.

Resulta muy importante el consumo de sal porque sin ella se perturbaría el equilibrio del agua en todo el organismo al desarrollarse trastornos como la hiponatremia. Aunque lo cierto también es que lo que ingerimos en la alimentación ya contiene su aporte de sodio. Pero con el motivo de darle mayor sabor, los comensales añaden sal extra, perjudicando la salud.

Ante esto, el organismo se verá perjudicado cuando se consume sal en exceso, causando hipertensión arterial y dañando al corazón. De hecho, según distintos estudios de la Organización Panamericana de la Salud, esta situación puede conducir a muertes prematuras. En consecuencia, será importante conocer las señales corporales que pueden indicar que se está consumiendo sal en exceso.

En primer lugar, un rasgo característico de que estamos llevando una alimentación con marcado consumo de sal es tener sed. El argumento radica en que la sal altera el balance de líquidos y deja a las células deshidratadas. En consecuencia, si la persona tiene un alto contenido de sal en el cuerpo, la sed es una clara señal de que necesita tomar más agua. A esto se le suman las ganas frecuentes de ir al baño a orinar. Quienes ingestan sodio en exceso, más allá del que traen los propios alimentos, se despiertan durante la noche con ganas de expulsar líquidos. En este caso, la razón se explica a partir de la estimulación que reciben los riñones.

Finalmente, según especialistas, cuando nos acostumbramos a tener una alimentación marcada de sal también notaremos que los alimentos no tienen sabor. Esto se debe a que las personas que consumen sal en exceso desarrollan una especie de resistencia, perdiendo sensibilidad a esta. Lo que termina provocando un círculo vicioso que los lleva a usar mucha más sal para notar el sabor en cada una de sus comidas.