El presidente Andrés Manuel López Obrador triunfó en el referendo con más del 90% de aceptación y gobernará en México hasta 2024

Aunque con una baja participación, López Obrador triunfó en el referendo. Al agradecer el apoyo, el mandatario descartó que vaya a usar esta victoria para impulsar una reforma constitucional que le permita ser reelegido.

“No me voy a pasar porque soy demócrata y no estoy a favor de la reelección. Vamos a terminar la obra de transformación”, dijo el mandatario izquierdista en un mensaje difundido en sus redes sociales.

Entre 90,3% y 91,9% de los electores votaron a favor de que López Obrador siga en la presidencia, según un conteo rápido del Instituto Nacional Electoral. Esto, frente al rango de 6,4% a 7,8% que apoyaron revocarle el mandato por pérdida de la confianza.

La consulta, con una participación de entre 17% y 18,2%, no alcanzó el umbral para ser vinculante. Se requería que votara 40% de las personas habilitadas para el sufragio: 37 millones de votantes. De hecho, si la opción que planteaba la salida hubiera ganado, el mandatario no estaba obligado a acatarla. “Fue una muy buena votación”, afirmó López Obrador, al destacar los 15,6 millones de votos a su favor.

Para el analista político Hernán Gómez Bruera, el hecho de que López Obrador triunfó en el referendo demostró que la capacidad de movilización del mandatario está fuerte. Esto pese a la alta abstención.

“La verdadera prueba de fuego será en 2024 cuando se vaya, porque nadie pareciera capaz de ocupar su lugar de liderazgo», comentó Gómez a la AFP.

El mandatario acusa al INE de haberse confabulado con la oposición para sabotear el referendo, por lo que anunció una reforma constitucional. Esto para que sus miembros y los del tribunal electoral sean elegidos por voto popular y no por la Cámara de Diputados.

Además, los opositores, que habían llamado a la abstención, volvieron a cargar contra el plebiscito alegando que se trató simplemente un acto de propaganda. Pudo haberse tratado de un ejercicio histórico, pero el oficialismo lo convirtió en una burla para satisfacer su propio ego y seguir engañando a los mexicanos. Así lo dijo a su vez Alejandro Moreno, líder del exhegemónico PRI.