Colombia cerró el año con un terremoto silencioso en su sistema financiero. Desde el 1 de diciembre, Scotiabank dejó de existir como marca en el país y dio paso al nacimiento de DaviBank, una entidad que no solo amplía el alcance de Davivienda Group, sino que redefine la manera en que empresas y usuarios se moverán dentro del ecosistema bancario. Detrás de este cambio hay una apuesta estratégica que combina tecnología, capital internacional, nuevos productos corporativos y un liderazgo entrenado para manejar transiciones complejas.
Una operación que va más allá del cambio de nombre
Aunque el rebranding se vio de inmediato —cajeros, oficinas y aplicaciones actualizadas— lo esencial ocurre bajo la superficie. La antigua estructura de Scotiabank Colpatria se integra en Davivienda Group, creando un jugador con más de US$60.000 millones en activos y 29 millones de clientes en la región. La participación del 20% que Scotiabank adquiere en el holding garantiza que la alianza no es una simple transacción, sino una apuesta compartida por un modelo multilatino de banca.
Tecnología de exportación, el verdadero músculo de DaviBank
El mayor activo de la transición no es financiero, sino tecnológico. ScotiaTech, una unidad de cerca de mil desarrolladores e ingenieros en Colombia, se convierte en una pieza clave para DaviBank. Plataformas como Scotia Connect, utilizadas en Estados Unidos y México, son incorporadas en la operación para fortalecer la oferta corporativa y la gestión de tesorería.
Para los bancos colombianos, acostumbrados a competir en digitalización, esto marca una diferencia. DaviBank arranca con una infraestructura ya probada en mercados más complejos y con la capacidad de seguir exportando innovación.
La banca empresarial, el eje del nuevo ADN corporativo
La dirección de Jorge Rojas Dumit —ingeniero industrial con más de 35 años de trayectoria en Colpatria, Scotiabank y Davivienda— confirma el viraje hacia el segmento empresarial. Rojas anunció que las Pymes y empresas tienen desde ahora acceso a leasing para financiar activos productivos y a servicios de renting, claves para flotas de transporte, logística y operaciones urbanas.
Esto, junto con los puentes mantenidos con las mesas de capitales de Scotiabank en Nueva York, Londres y Canadá, convierte a DaviBank en una plataforma híbrida: cercana al mercado colombiano, pero con herramientas globales para operaciones de deuda y financiamiento estructurado.
Unir dos culturas bancarias, un reto visible para DaviBank
Las fusiones bancarias suelen naufragar por choques culturales más que por problemas financieros. Davivienda Group lo sabe y eligió a Rojas precisamente para facilitar un proceso que involucra miles de empleados, sistemas, equipos comerciales y metodologías distintas.
Javier Suárez, presidente del grupo, lo resume como la llegada de un embajador de ambas casas que es capaz de articular continuidad, integrar capacidades y evitar que la transición genere fricción en la operación.
El cliente final, el gran beneficiado
La operación también transforma la experiencia de los usuarios comunes. DaviBank debuta con una tarjeta débito 100 % digital, activable desde la app, compatible con wallets, y que permite pagos NFC, compras con QR y retiros sin tarjeta.
La red física también se expande. Los clientes ahora tienen acceso a 2.800 cajeros, cuatro veces más que antes, y a cinco veces más oficinas para pagos, depósitos y recaudos. Además, los “bolsillos” de las cuentas ofrecen una rentabilidad del 8% E.A., un guiño directo a quienes buscan mejores alternativas de ahorro.
Reacciones y desafíos para DaviBank
El estreno no ha estado libre de críticas. Usuarios en redes sociales compararon la aplicación de Scotiabank con la de Davivienda, insinuando que la experiencia anterior era más avanzada. DaviBank respondió que la app cambiará de nombre y requerirá actualización, asegurando que la experiencia seguirá siendo “ágil, fácil y segura”.
El comentario no es menor: en un ecosistema donde el banco se mide por la calidad de su app, la transición tecnológica será el examen más visible de la fusión.
Un nuevo competidor para un mercado cada vez más apretado
Con esta integración, Davivienda Group no solo suma escala, sino que gana velocidad digital, músculo corporativo y poder de negociación internacional. Los próximos meses dirán si la marca DaviBank logra consolidarse en la mente de los usuarios y si su promesa tecnológica se traduce en una ventaja real. Por ahora, lo indiscutible es que el panorama bancario colombiano amaneció más competitivo, más integrado y con un jugador nuevo que llega dispuesto a cambiar las reglas.
