La Unión Europea ha acelerado sus planes para utilizar los beneficios generados por los fondos rusos congelados por las sanciones impuestas a Moscú, con el objetivo de comprar armas para Ucrania. Esta decisión provocó un enorme molestar en Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que tal medida tendrá «consecuencias negativas» y dañará gravemente la reputación de la UE como destino atractivo para las inversiones.

Un plan polémico y amenazas de procesos judiciales

El plan de la UE cobra especial relevancia en un momento en el que Ucrania se enfrenta a uno de los periodos más difíciles de la guerra. Según funcionarios europeos, los cerca de 3.000 millones de euros de beneficios por los fondos rusos congelados se destinarían para la compra de armas y municiones, a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz.

«El 90% de los beneficios generados por los fondos rusos congelados irá a este fondo para armar a Ucrania, mientras que el 10% restante se destinará a fortalecer la industria de defensa ucraniana», explicó un alto cargo de la UE.

Este apoyo resulta crucial para Ucrania, que se prepara para enfrentar una nueva gran ofensiva rusa a finales de la primavera, según han advertido los servicios de inteligencia occidentales. Mientras tanto, Estados Unidos ha prometido mantener su respaldo a Kiev, pese al bloqueo de un paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares en el Congreso estadounidense.

Moscú amenaza con tomar represalias si utilizan los fondos rusos congelados

La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, calificó el plan como una «violación flagrante y sin precedentes de las normas internacionales fundamentales». Sin embargo, fuentes europeas confían en que la medida es jurídicamente sólida, ya que se limita a los beneficios generados por los fondos rusos congelados, sin tocar directamente los activos inmovilizados. Moscú ha reconocido que, pese a las sanciones de Occidente, su economía ha seguido creciendo.

Un panorama bélico sombrío y costoso

Según estimaciones del Pentágono, hasta el momento, Rusia ha gastado 211.000 millones de dólares y ha sufrido 315.000 bajas entre muertos y heridos en su invasión a Ucrania. Por su parte, Alemania ha anunciado que proporcionará a Kiev municiones, tanques y vehículos por valor de 500 millones de euros, en un esfuerzo por reforzar las capacidades defensivas ucranianas.

A pesar de los costos humanos y económicos devastadores, el Kremlin no muestra señales de claudicar en su empeño bélico. En este contexto, la UE busca aprovechar los fondos rusos congelados por las sanciones para fortalecer a Ucrania y evitar que se quede sin recursos en esta fase crítica del conflicto.

Con unos 210.000 millones de euros en activos rusos inmovilizados en bancos europeos, principalmente en Bélgica, la UE confía en que los beneficios generados por estos fondos permitirán inyectar un flujo constante de ayuda a Kiev. Sin embargo, las severas advertencias de Moscú auguran una nueva batalla legal y diplomática en un escenario de guerra que no da tregua.