La Dark Web no aparece en los buscadores tradicionales, sin embargo, los expertos consideran que esta web ocupa el 90% de todo Internet
Ni siquiera es posible acceder a ellas con navegadores como Chrome, Firefox o Safari, sino a través de programas como TOR, Freenet, I2P o ZeroNet. ¿Qué se hace allí? Aquí compartimos los cuatro productos y servicios que más se venden en estos resquicios inescrutables de la red de redes. Pero, ¡atención, en la dark web hay estafas en cada esquina! Aprende a defenderte.
En un inicio la Dark Web estuvo pensada como un espacio para que las personas pudieran entrar a Internet de manera anónima. Mediante el protocolo TOR, los usuarios se conectaban a millones de páginas que no son indexadas por los buscadores, ni tampoco están a la vista de las autoridades. Era prácticamente imposible rastrear los sitios web visitados.
Este enorme anonimato fue aprovechado por emprendedores como Ross William Ulbricht quien creó Silk Road. Este portal se convirtió en el sitio ideal para vendedores de drogas, comerciantes de armas y órganos humanos y para prácticamente toda actividad ilegal en el mundo. Cayó Silk Road; sin embargo, la Dark Web continúa siendo un lugar donde es posible comprar de manera sencilla y anónima cualquiera cosa. ¿Qué es lo que más se comercializa en la Dark Web?
Malware
Los malware – programas informáticos que se instalan en el computador, sin que la persona atacada sea consciente de eso- están entre los más cotizados en la Dark Web. Su precio es alto, porque los hackers los venden a casi 6.000 euros por cada 1000 instalaciones del malware.
Guías de fraude y piratería
Los tutoriales sobre cómo crear cuentas bancarias fraudulentas o cómo engañar a PayPal están entre los productos más solicitados en la Dark Web. Los precios de las guías no son altos, porque pueden conseguirse hasta en menos de 8 euros.
Venta de datos personales
Muchos asocian a la Dark Web con la venta de armas y drogas; pero, en realidad, la tendencia indica que lo que más se vende en la Dark Web es información. Entre los productos más demandados están datos de acceso a cuentas de PayPal, a cuentas de Netflix, Disney +, HBO, Amazon Prime y a tarjetas de crédito robadas. El precio de estos productos no supera los 20 euros.
Además, los hackers también venden grandes bases de datos donde aparecen miles de nombres, número de teléfonos y direcciones de correo electrónico. El precio promedio de estos enormes volúmenes de información ronda los 9 euros.
Plantillas para cometer fraudes
Otro de los productos más “atractivos” de la Dark Web son herramientas para ejecutar fraudes. Por ejemplo, es posible comprar plantillas que imitan perfectamente a sitios web populares, como bancos y tiendas de comercio electrónico. Con estas plantillas se pueden lanzar campañas de phishing a través del correo electrónico, para robar información a las personas que introduzcan sus datos personales y financieros.