¿Qué es Guantánamo? Una provincia de Cuba donde Estados Unidos tiene su base naval más antigua, inhumana y secreta del mundo.
Muchas veces habrás oído hablar de la base-prisión de EE.UU. donde colocan personas sin haber recibido un debido proceso y te habrás preguntado ¿qué es Guantánamo? En la bahía de Guantánamo, en la parte más oriental de Cuba, desde 1903 hay una base naval de Estados Unidos. Y Washington no tiene intenciones de devolver ese pedazo de tierra cubana.
Casi dos décadas atrás, en plena “guerra contra el terrorismo”, la Administración de George W. Bush decidió construir una prisión militar para los miembros de Al Qaeda, capturados en distintas partes del planeta. La prisión todavía sigue allí, aunque ahora alberga a menos de 40 supuestos terroristas.
Guantánamo, una provincia en estado de alerta
Guantánamo es la provincia más oriental de Cuba. Tiene más de 6000 kilómetros cuadrados de extensión y una población que supera los 500.000 habitantes. La provincia está dividida en 10 municipios, uno de los cuales es Caimanera.
A este remoto municipio de apenas 362 kilómetros de cuadrado y 11 000 habitantes solo pueden entrar los lugareños y aquellos con un permiso especial que emiten las autoridades. Desde fuera parece un pueblo costero normal, con un parque, viviendas antiguas, bicicletas, pocos automóviles; pero la vida en Caimanera no es igual al resto de Cuba. La razón para tanto hermetismo es que allí está situada la Base Naval de Guantánamo.
Esta Base ocupa gran parte de la bahía, por lo que los pescadores de Caimaneras no tienen acceso a las zonas donde viven las especies más demandadas, como la aguja o el pargo. Hasta 1959, en la Base trabajaban cerca de 5000 caimaneros.
Después del triunfo de la Revolución, en un contexto de hostilidad permanente de Washington, poco a poco la cifra se redujo a menos de 700, sobre todo operarios de mantenimiento. Los últimos dos trabajadores cubanos de la Base se retiraron en 2013. Todavía cerca de 40 extrabajadores o sus familiares reciben pensiones del gobierno de Estados Unidos.
El gobierno cubano considera esta como una “zona en permanente alarma de combate”. Para compensar a los lugareños, el gobierno les ofrece, por la libreta de abastecimiento, más productos que a cualquier otro ciudadano cubano. En la lista aparecen desde más libras de arroz mensuales hasta carne de res.
¿Cómo Estados Unidos ocupó una bahía en el Mar Caribe?
Estados Unidos intervino en la Guerra de independencia que Cuba libraba contra España, en 1898. Después de la rendición española, el Ejército estadounidense ocupó el país durante tres años. En 1902 se formó la República de Cuba, aunque en la Constitución del país, Estados Unidos presionó para que se incorporara la llamada Enmienda Platt.
En ese documento se reconocía que Estados Unidos podría ocupar dos bahías de Cuba, para establecer allí bases navales. Una de esas bahías fue la de Guantánamo. Esta bahía de bolsa es considerada la tercera de su tipo más grande del mundo.
En 1903, con la firmada del Tratado Permanente, Washington se aseguró que el “préstamo” de la bahía fuera de por vida. Después del triunfo de la Revolución, en 1959, durante sesenta años, el gobierno cubano ha reclamado que ese territorio es legítimamente suyo; pero Estados Unidos aduce que firmó un acuerdo vitalicio. La Base Naval ha sido epicentro de varios conflictos. En la zona han muerto Durante la llamada Crisis de los Balseros, en 1994, Washington colocó centenares de carpas para albergar allí a miles de cubanos que salieron en botes de Cuba. Los balseros capturados pasaron meses y hasta un año en Guantánamo antes de recibir permiso para residir en otros países.
Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos entró en la “guerra contra el terrorismo”. La Administración de George W. Bush lanzó dos guerras, primero contra los talibanes, en Afganistán. Allí supuestamente residían los terroristas de Al Qaeda, liderados por Osama Bin Laden. Washington acusó a Bin Laden de ser el autor intelectual de los ataques contra las Torres Gemelas.
Luego, en 2003, Bush desató una guerra contra Sadam Hussein, porque supuestamente Irak tenía “armas de destrucción masiva”. Ambos conflictos dejaron centenares de presos. El Ejército de Estados Unidos armó una red de cárceles secretas, a las que envió a los terroristas más peligrosos. Uno de los ejes principales de esa red fue Guantánamo.
Allí se construyó, en 2002, una cárcel de máxima seguridad. Como ese espacio físico no se encontraba dentro del territorio de Estados Unidos, no se aplicaban las leyes estadounidenses. Además, como Washington consideró a esos prisioneros como “combatientes enemigos ilegales”, entonces no aplicó los convenios internacionales sobre el tratamiento a los prisioneros de guerra.
Este limbo legal en el que colocó a los líderes de Al Qaeda le permitió al Ejército estadounidense aplicar todo tipo de técnicas de tortura, para extraer información a los prisioneros. En los primeros años, la cárcel de Guantánamo llegó a albergar a más de 700 reos. Ahora solo quedan 40.
Según datos del Departamento de Defensa, Estados Unidos ha gastado más de 6000 millones de dólares, en 18 años, para mantener esa prisión. Por esto es que fue considerada la cárcel más inhumana y más cara del planeta.
La salida de los presos de Guantánamo
En 2008, el presidente Barack Obama indicó el cierre de la prisión; sin embargo, esto nunca llegó a concretarse. Una década después, Trump criticó el elevado costo de la cárcel, pero nada cambió.
“Creo que es una locura lo que paga EE.UU. por la cárcel. Operarla cuesta una fortuna”, dijo el presidente Donald Trump cuando le preguntaron sobre la prisión. No obstante, en 2018 firmó una orden para mantenerla abierta de manera indefinida.
De los más de 700 presos que han pasado por la cárcel de Guantánamo, solo ocho recibieron condenas; otros quedaron en libertad y el resto no ha llegado a juicio. El hecho de mantener los presos en Guantánamo le permite a Estados Unidos ocultar las torturas a las que fueron sometidos esos reos. Mientras estén allí, sin acceso a abogados ni a la prensa, la información sobre los abusos cometidos por los militares jamás será revelada.
Todavía hay prisioneros sin juicio
A día de hoy permanecen 40 prisioneros en Guantánamo. Dos tercios de ellos son considerados “prisioneros eternos”, es decir, aquellos que están atrapados en un limbo legal, sin juicio, ni acusación formal, ya que las pruebas en su contra fueron obtenidas bajo tortura; pero tampoco sin libertad. Para estos casos, el Pentágono creó un consejo de revisión periódica.
Durante la Administración Trump, el consejo de revisión periódica permitió la salida de dos “prisioneros eternos”. El más reciente fue el yemení Said Salih Said Nashir. Este hombre pasó 18 años en prisión, tras ser acusado de formar parte de Al Qaeda. Ahora, después de casi dos décadas, el Pentágono determinó que ya no representaba una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.
El otro obstáculo para la liberación definitiva de Said Nashir es encontrar un país que lo acoja. Yemen no es una opción, porque allí existe un fortísimo conflicto civil y operan grupos extremistas. Por tanto, el Departamento de Estado tiene que buscar un tercer país para transferir a Nashir.