El economista Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático, ganó las elecciones presidenciales de segunda ronda en Costa Rica
Rodrigo Chavez es el nuevo presidente de Costa Rica con un 52,9 % de los votos. El primer corte de resultados presentado por el Tribunal Supremo de Elecciones indica que con el 89 % de las mesas escrutadas, Chaves obtiene el 52,9%. Por otro lado, el expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional, tiene el 47,1%.
Figueres reconoció su derrota y le deseó éxitos en su futura gestión como gobernante al ganador.
«Costa Rica ha votado, y el pueblo ha hablado. Como lo demócratas que somos, siempre seremos respetuosos de esa decisión. Felicito a Rodrigo Chaves y le deseo lo mejor», dijo el expresidente costarricense ante una multitud de simpatizantes en San José.
El candidato dio la sorpresa el pasado 6 de febrero en la primera ronda al terminar en el segundo lugar. Esto para meterse en la segunda vuelta contra el expresidente Figueres.
El economista y exfuncionario del Banco Mundial resultó electo como el presidente 49 en la historia de Costa Rica. Esto tras una campaña en la que prometió un «cambio» y luchar contra la corrupción. En esta también se vio envuelto en la polémica por casos de acoso sexual y por supuestas estructuras paralelas de financiamiento.
Chaves, de 60 años, ha propuesto atacar la corrupción de la que culpa a los Gobiernos previos, incluidos los del partido rival. También aplicar reformas profundas de Estado por la vía del referendo, cosa que ha sido tildada por sus adversarios como populismo.
Chaves cuenta con un alto perfil académico tras obtener un doctorado en Economía en la Universidad de Ohio en Estados Unidos. Además de recibir una beca de la Universidad de Harvard para estudiar temas de pobreza en Asia.
Presume además de una amplia trayectoria internacional en el ámbito económico. Durante casi 30 años, trabajó para el Banco Mundial y llegó a ser nombrado director de su oficina en Indonesia.
Entre las promesas del candidato se encuentran la reducción de trámites para los emprendedores y de cargas sociales. También modificaciones a los planes educativos, la disminución del tamaño del Estado y apoyo para los sectores costeros, que son los más pobres de país.