El nuevo presidente de Panamá, José Luis Mulino, ganó ampliamente los comicios generales. Con una campaña basada en revitalizar la economía nacional y comprometerse a sellar la selva del Darién. El electo mandatario hereda una situación muy complicada, con múltiples problemas dejados por la administración de Laurentino Cortizo.
José Raúl Mulino, representando a la alianza Salvar Panamá, ha ganado las elecciones presidenciales con un 34.41% de los votos. Le sigue Ricardo Lombana del Movimiento Otro Camino (MOCA), quien obtuvo el 24.96% de los votos, de acuerdo con la información proporcionada por el Tribunal Electoral después de haber escrutado más del 94% de los votos.
Crisis en el sistema de pensiones de la Caja de Seguro Social
Una de las mayores urgencias que deberá atender Mulino es la delicada situación de la Caja de Seguro Social (CSS). Las reservas del sistema de pensiones de beneficio definido se agotaron en febrero pasado. Esto dejó a la entidad con una deuda entre $65 mil y $75 mil millones de dólares hasta el año 2079.
La falta de fondos para pagar las pensiones actuales y futuras representa un grave problema socioeconómico que el nuevo presidente de Panamá tendrá que abordar con prontitud. Esto será clave para evitar un colapso mayor del sistema previsional. Se requerirán reformas profundas que aseguren la sostenibilidad financiera de la CSS en el largo plazo. Pero sin dejar desprotegidos a los actuales y futuros pensionados.
Elevados niveles de deuda pública, otro de los retos del nuevo presidente de Panamá
El nuevo presidente de Panamá también deberá lidiar con los elevados niveles de deuda pública heredados. Al 31 de marzo de este año, la deuda total del país alcanzó los $49,769 millones, casi el doble del monto al inicio del periodo presidencial de Cortizo.
Reducir este enorme pasivo será clave para sanear las finanzas públicas panameñas y requerirá estrategias enfocadas en controlar el gasto público y promover el crecimiento económico a través de la inversión privada. Expertos económicos coinciden en que el manejo responsable del déficit fiscal será crucial para evitar mayores deterioros en la calificación crediticia del país.
Altas tasas de desempleo y empleo informal
Otro de los grandes desafíos que enfrentará la presidencia de Mulino es el alto desempleo y la informalidad laboral que afecta a gran parte de la fuerza laboral panameña. Tras la crisis económica derivada de la pandemia, miles de pequeñas y medianas empresas quebraron. Esto aumentó drásticamente los niveles de desocupación.
Al cierre de 2023, Panamá registraba una tasa de informalidad del 7.4%, con la mitad de los empleos perteneciendo al sector informal. Revertir esta situación demandará políticas públicas que incentiven la creación de empleos formales y brinden condiciones más favorables para el desarrollo empresarial, especialmente de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Urgencia de impulsar el crecimiento económico y atraer inversión
Con el cierre definitivo de Minera Panamá, una de las principales fuentes de divisas e ingresos fiscales del país, el nuevo presidente de Panamá enfrentará el reto de impulsar un crecimiento económico sostenido que compense esta importante pérdida.
Atraer inversión extranjera directa (IED) será fundamental para dinamizar la economía panameña. El nuevo gobierno deberá implementar reformas estructurales que mejoren el clima de negocios, promuevan la competitividad del país como destino para los capitales foráneos y fortalezcan los sectores productivos claves más allá de la actividad minera.
Crisis hídrica y manejo sostenible de los recursos naturales
La escasez de agua potable y el inadecuado manejo de los recursos hídricos representan otro dolor de cabeza para el nuevo presidente de Panamá. A pesar de contar con abundantes cuencas hidrográficas y ríos caudalosos, casi la mitad de la población panameña sufre desabastecimiento de agua debido a la falta de una gestión eficiente del vital líquido.
Abordar esta problemática de forma integral requerirá inversiones en infraestructura hidráulica y sistemas de potabilización, además de un manejo sostenible de las cuencas hidrográficas, en sintonía con los desafíos derivados del cambio climático y su impacto en los patrones climáticos del istmo. La ampliación de la capacidad de almacenamiento de agua será clave para garantizar el futuro suministro.
Mayor diversificación económica, paso clave del nuevo presidente de Panamá
La administración Mulino deberá promover una política económica que potencie sectores estratégicos como la logística, los servicios financieros, el turismo y las energías renovables. Así podrá aprovechar las ventajas competitivas del país. Asimismo, la atracción de inversiones en manufactura de alto valor agregado deberá ser una prioridad para reducir la dependencia de las exportaciones primarias.
Superar estos múltiples desafíos requerirá de un liderazgo visionario del nuevo presidente de Panamá. Tendrá que demostrar que es capaz de implementar reformas estructurales de largo aliento que sienten las bases para un desarrollo económico sostenible e inclusivo en beneficio de todos los panameños.