Los ataques piratas a barcos en el Mar Rojo están provocando graves perturbaciones en el transporte marítimo internacional, con consecuencias económicas de largo alcance que ya se empiezan a notar.
Ataques hutíes indiscriminados
El grupo armado hutí de Yemen, en su particular cruzada de apoyo a Hamás contra Israel, está asaltando indiscriminadamente todo barco con supuestos vínculos con el país judío. Ante la ambigüedad de lo que esto significa en la práctica, las grandes navieras y petroleras han optado por desviar sus rutas habituales para esquivar la zona de peligro, añadiendo entre 10 y 14 días extras a sus trayectos para bordear toda África.
Esta situación encarece los fletes marítimos y retrasa las entregas, presionando los precios globales al alza en un momento ya de por sí inflacionario a nivel internacional. A su vez, alarga y agrava la crisis de suministros y producción que sufren empresas de numerosos sectores, desde la automoción a la electrónica.
Crisis de suministros agravada por ataques piratas
El desvío de barcos también merma directamente los ingresos de Egipto, muy dependientes de las tasas que cobra por el tráfico de mercancías que atraviesan el Canal de Suez, una infraestructura estratégica por la que pasa en torno al 10% del comercio marítimo global.
La inestabilidad en el Mar Rojo se produce en un momento especialmente delicado, dado que se solapa con los problemas que experimenta desde hace meses el Canal de Panamá, otra ruta marítima vital paralizada por los históricamente bajos niveles de agua. Esta coincidencia de factores está estrangulando el flujo de bienes y productos entre Asia y Europa.
Respuesta militar internacional
Ante la gravedad de la situación, Estados Unidos ya ha anunciado que trabaja para articular una coalición naval militar internacional con la misión de garantizar la seguridad y prevenir más ataques piratas en la zona.
Pero no está nada claro aún cómo reaccionaría Irán, principal valedor y patrocinador de los rebeldes hutíes, si finalmente se produjese un conflicto armado abierto para desbloquear el transporte en el Mar Rojo. Y una escalada del enfrentamiento sería nefasta para la economía mundial.
Graves consecuencias económicas de los ataques piratas
Por ahora, la única certeza es que la sensación de inestabilidad en una de las arterias marítimas comerciales más críticas del mundo, que conecta Asia con Europa bordeando África, está impactando al tejido logístico y productivo global, con subidas de precios y desabastecimiento.
Habrá que ver en los próximos meses si la anunciada coalición naval consigue disuadir y frenar los ataques piratas, y si se recupera la plena libertad de navegación para el grueso de barcos mercantes por el Mar Rojo, un paso obligado en muchas rutas y una pieza infraestructural clave del andamiaje económico internacional.