En un giro inesperado que sacude el panorama económico latinoamericano, las criptomonedas en Bolivia ya pueden utilizarse libremente y de forma legal. Esta medida, anunciada por el presidente Luis Arce, busca enfrentar la creciente escasez de dólares y combustible que ha sumido al país en una profunda crisis económica.
Un cambio de paradigma en la política monetaria boliviana
La decisión del gobierno boliviano marca un punto de inflexión en su enfoque hacia las criptomonedas. El Banco Central de Bolivia (BCB) ha dado luz verde a las entidades financieras para realizar transacciones con activos digitales, en un intento por modernizar el sistema de pagos del país y alinearse con las tendencias regionales.
De la prohibición a la adopción controlada de las criptomonedas en Bolivia
Aunque las criptomonedas en Bolivia no serán reconocidas como moneda de curso legal, su negociación a través de los bancos representa un cambio significativo en la postura regulatoria del país. Este movimiento refleja una estrategia más amplia para reducir la dependencia del dólar estadounidense, una tendencia que se observa en varios países de la región.
Consciente de los riesgos asociados a los activos digitales, el BCB ha anunciado la creación de un programa de sensibilización dirigido al público en general. Esta iniciativa busca educar a los bolivianos sobre el manejo responsable de las criptomonedas y los potenciales peligros que conlleva su uso.
Impacto económico de las criptomonedas en Bolivia y expectativas del sector privado
La medida ha sido recibida con optimismo por el sector empresarial. La Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP) ha anunciado su intención de incorporar los criptoactivos en sus operaciones, viendo en ellos una alternativa viable para las transacciones comerciales.
Según estimaciones basadas en informes del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), los bolivianos que poseen cuentas en activos virtuales mueven entre 7 y 10 millones de dólares mensuales. Con aproximadamente 400 operaciones diarias, estas cifras podrían aumentar significativamente tras la liberalización del mercado.
Desafíos y oportunidades en el horizonte
La adopción de criptomonedas en Bolivia presenta tanto desafíos como oportunidades para el país. Por un lado, podría aliviar la presión sobre la demanda de dólares, facilitando las transferencias internacionales a bajo costo. Por otro, plantea nuevos retos regulatorios y de supervisión para las autoridades financieras.
La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) tendrá la tarea de adecuar su normativa para controlar y supervisar eficazmente a las entidades financieras en este nuevo contexto. Este proceso será crucial para garantizar la estabilidad del sistema financiero y prevenir actividades ilícitas.
Potencial solución a la escasez de dólares
Aunque no es el objetivo principal, funcionarios del BCB han señalado que el uso de las criptomonedas en Bolivia podría contribuir a aliviar la escasez de dólares que afecta al país. Esta perspectiva añade un atractivo adicional a la medida, especialmente en un momento en que Bolivia enfrenta dificultades para mantener sus reservas internacionales.
La decisión de Bolivia se enmarca en una tendencia más amplia de adopción de criptomonedas en América Latina. Países como El Salvador, que adoptó Bitcoin como moneda de curso legal, y Argentina, donde las stablecoins ganan popularidad debido a la alta inflación, han marcado el camino en la región.
Mientras que en Argentina dominan las stablecoins como respuesta a la inestabilidad económica, en Brasil y México, Bitcoin se ha posicionado como la criptomoneda favorita. Bolivia, con su enfoque cauteloso pero abierto, se suma ahora a esta tendencia regional de explorar el potencial de los activos digitales.