La histórica revista Sports Illustrated ha anunciado el despido de un tercio de su plantilla, en torno a 100 personas. Este emblemático medio deportivo de Estados Unidos, con casi 70 años de historia, se ha visto gravemente afectado por la crisis que atraviesa el sector del periodismo. Su empresa editora, Arena Group Holdings, atraviesa serios problemas financieros y ha incumplido los pagos de la licencia de publicación a la propietaria de la marca.
Este es solo el caso más visible de una tendencia que lleva años deteriorando uno de los pilares de la democracia: el periodismo. Desde los grandes diarios hasta los nuevos medios digitales, miles de profesionales están perdiendo sus empleos en una sangría que parece no tener fin.
La prensa escrita se desangra
Periódicos centenarios como The Washington Post, The Wall Street Journal o The New York Times se han visto obligados a recortar plantillas. El desplome de los ingresos por circulación y publicidad ha obligado a muchos a acelerar el paso hacia lo digital, pero no siempre es suficiente. Diarios regionales y locales de EEUU han cerrado o reducido drásticamente sus redacciones.
En Europa, medios de referencia como The Guardian o Le Monde también han tenido que ajustar costes. El panorama es especialmente grave en Italia y España, donde la prensa ha sufrido recortes durante la crisis económica. Y en América Latina, la situación tampoco es prometedora.
Estalla la burbuja digital en el periodismo
Hace apenas unos años, los medios nativos digitales parecían estar revolucionando el periodismo. Con inversiones millonarias, firmas como Buzzfeed o Vice crecieron a toda velocidad. Pero la desaceleración económica ha pinchado la burbuja. La caída de los ingresos publicitarios ha obligado a reestructuraciones y despidos masivos.
Otros proyectos digitales han tenido que echar el cierre, incapaces de encontrar un modelo de negocio viable. Y los grandes medios tradicionales aún no han conseguido rentabilizar sus inversiones en el ámbito online. Mientras tanto, las grandes plataformas tecnológicas se quedan con la mayor parte del pastel publicitario.
Hollywood se apaga
Los estudios cinematográficos y las televisiones apostaron fuerte por el streaming, presentado como una revolución. Pero la saturación del mercado y la inflación han enfriado las expectativas. Netflix ha perdido suscriptores por primera vez y ha anunciado despidos.
Gigantes como Disney, Warner o Paramount también han recortado miles de empleos al no obtener los resultados esperados. Reducir costes y centrarse en los contenidos más rentables es el mandato actual. Pero nadie sabe cuánto durará la crisis ni cuál será el nuevo modelo.
Un futuro sombrío para el periodismo
Mientras los medios tradicionales se tambalean y los nuevos no acaban de despegar, miles de periodistas viven sumidos en la incertidumbre. Los recortes no cesan y el panorama laboral es desolador. ¿Logrará reinventarse el periodismo? De momento, la respuesta no resulta esperanzadora.