Pocas veces el mundo ha mostrado tanta unidad y coordinación para aislar una economía y ha convertido a Rusia en una isla financiera

Sancionar a la potencia mundial no es tarea fácil, puesto que el país posee vastos recursos naturales y uno de los ejércitos más potentes del mundo, asì que convertir Rusia en una isla financiera no es una buena idea.

Sin embargo, las sanciones de Occidente pueden terminar convirtiendo a Rusia en una ‘isla’ gigante que tendrá que lidiar con costes de financiación mucho más altos. Esto además de inestabilidad financiera, inflación, una potente recesión a corto plazo y con un crecimiento mediocre en el largo.

«El ataque militar de Moscú en Ucrania ha puesto fin a la inversión financiera internacional en Rusia». Esto asegura Christopher Granville, director gerente de EMEA e investigación política global de TS Lombard en Londres.

El país está quedando rápidamente aislado económica y socialmente del mundo occidental. Muchas empresas decidieron poner fin a las asociaciones anteriores con las empresas rusas, incluidos los gigantes del petróleo BP, Shell y la noruega Equinor. Poco después la americana Exxon Mobil ha tomado el mismo camino. Asimismo, la británica Centrica y la italiana Eni han roto con el gigante ruso Gazprom. A estos nombres del sector energético se le suman firmas de otras áreas como Visa, Mastercard, Volkswagen, H&M o Burberry.

Por ahora se han podido ver drásticos movimientos en los mercados que dejan entrever cuál puede ser el impacto de las sanciones impuestas por Occidente. El índice bursátil RTS, se deja más de un 30% en el último mes y más de un 40% en lo transcurrido de 2022. La bolsa rusa ha tenido que cerrar varias jornadas para no hacer mayor la ‘sangría’. Los fondos de renta variable con mayor exposición a Rusia cayeron un 23% de media la semana pasada. MSCI y FTSE han eliminado a los valores rusos de sus índices.

A todo lo anterior hay que sumarle la caída acumulada de más del 30% del rublo contra el dólar en los últimos cinco días. Especialmente después de que EEUU y sus socios europeos hayan bloqueado al banco central de Rusia el uso de sus enormes reservas de divisas. De las cuales el 60% están compuestas por el euro, el dólar estadounidense y la libra esterlina. Esto explican desde Ebury, la fintech global especializada en pagos internacionales e intercambio de divisas.