Un diamante desenterrado en una mina de Botsuana nos puede proporcionar información sobre el interior de nuestro planeta

El diamante contiene restos de minerales que sugieren que se formó a 660 kilómetros bajo la superficie de la Tierra. Por lo que ese entorno puede ser rico en agua, indica un nuevo estudio.

Se estudia en detalle una de las gemas formadas en el calor y la presión extrema. Se encontraron 12 inclusiones minerales y un grupo de inclusiones lechosas.

Utilizando la espectroscopia Micro-Raman y la difracción de rayos X, los investigadores examinaron estas inclusiones para determinar su naturaleza. Entre ellas encontraron un conjunto de ringwoodita (silicato de magnesio) en contacto con ferropericlasa (óxido de magnesio/hierro) y enstatita (silicato de magnesio con una composición diferente).

La presencia de tales minerales en el diamante indica que la piedra se formó a una enorme profundidad antes de volver a subir a la corteza. De hecho, el área donde se formó se la conoce como la discontinuidad de 660 kilómetros o área de transición. Esta es una frontera que divide el manto superior del manto inferior de la corteza de la Tierra.

Además, algunas de estas inclusiones presentaban características que sugerían que era de naturaleza hídrica, es decir, un mineral que se forma en presencia de agua. Por otra parte, otros minerales encontrados en el diamante, como la brucita, también son hídricos. Estos indicios sugieren que el entorno en el que se formó el diamante era bastante húmedo.

Ya se encontraron pruebas de la presencia de agua en la zona de transición, pero no han sido suficientes para determinar la cantidad de agua existente.

«La formación de diamantes en el manto superior se asocia a menudo con la presencia de fluidos. Pero rara vez se observaron diamantes superprofundos con conjuntos minerales similares en retroceso acompañados de minerales hidrosos», escribieron en su artículo.

Cabe destacar que estudios anteriores han apuntado a que la Tierra aglutina más agua de lo que se pensaba. Y este último estudio podría dar una respuesta sobre el paradero de toda esta agua.