El primer juicio realizado en España contra una persona por difundir fake news en Twitter terminó aceptando una condena de 15 meses de cárcel
El tuitero publicó la fake news en un video donde se veía escenas de una golpiza a una mujer, por la que responsabilizó a un inmigrante de origen marroquí.
Ante el tribunal de la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, el procesado ha reconocido los hechos. Ha aceptado una condena por un delito contra los derechos fundamentales, que incluye una multa de 1.620 euros. Así como la prohibición de ejercer actividades docentes o deportivas durante cinco años.
La defensa del procesado, J.M., ha pedido al tribunal que suspenda su ingreso en prisión, a lo que la Fiscalía se ha mostrado favorable. Esto dado que carece de antecedentes penales y ha aceptado cerrar sus perfiles en redes sociales.
El internauta también había publicado en su cuenta de Twitter otros comentarios xenófobos y símbolos ultras.
A raíz de la difusión del vídeo, el tuitero, J.J.M. se ha convertido en la primera persona de España en el banquillo por publicar ‘fake news’. Esto con el fin de denigrar a colectivos vulnerables como, en este caso, los menores no acompañados.
La Fiscalía mantiene en su escrito de acusación que el procesado actuó «movido por su animadversión y rechazo a los inmigrantes extranjeros de origen marroquí». Esto cuando el 1 de julio de 2019 publicó un vídeo que aseguraba correspondía a una violación que había ocurrido días antes en Canet de Mar.
«Aquí tenéis el vídeo del MENA marroquí de Canet de Mar, a esos que le vamos a dar la paguita hasta los 23 años. Los niños de Pedrito Piscinas. Por cierto, luego para más INRI la viola. Estos energúmenos y estas manadas de marroquíes no saldrán en los medios», rezaba el tuit investigado.
El vídeo que incluía el mensaje, de 45 segundos, mostraba a un hombre agrediendo brutalmente a una mujer, a patadas y puñetazos. Además, intentaba bajarle los pantalones para acabar agarrándola del pelo y arrastrándola por el suelo.
El tuitero aseguraba que el ataque ocurrió en el municipio de Canet de Mar, en Barcelona. Pero el incidente sucedió en China y las autoridades locales difundieron el video para tratar de identificar al agresor.