Un grupo de expertos de la organización “Resolution Foundation” del Reino Unido sugirió al gobierno que comience a aplicar un impuesto a vehículos eléctricos por kilómetros recorridos. Con esta “iniciativa” que, de seguro, no será bien vista en el país, Downing Street pretende recuperar el dinero que está dejando de ingresar por los impuestos sobre carburantes y matriculaciones.
Los vehículos eléctricos cada vez son más populares en Europa. Las personas prefieren comprar estos dispositivos, mucho más económicos y menos contaminantes. En 2022, los italianos compraron 11.400 motos eléctricas; mientras, el Reino Unido entró en el Top 5, con 3.600 motos, de acuerdo con datos de Statista. Cada año, los principales países europeos recaudan hasta 240.000 millones de euros, por el impuesto a los combustibles. Pero esa impresionante cifra podría descender drásticamente en los próximos años.
El total de vehículos eléctricos que circula por Reino Unido todavía es muy inferior a los de combustión. Sin embargo, los expertos creen que la tendencia es a aumentar su uso. Por tanto, esto significaría menos recaudación. Las pérdidas en los impuestos sobre el combustible quedaron fijadas en 10.000 millones de libras esterlinas anuales. Además, dicen los expertos que los vehículos eléctricos dañan más las carreteras, porque son más pesados que los tradicionales.
¿Cómo sería el impuesto a vehículos eléctricos?
La recomendación de los expertos es fijar un impuesto a vehículos eléctricos con la modalidad de pago por kilómetro. La “iniciativa” contemplaría establecer una tarifa plana por cada kilómetro que recorren los autos y coches eléctricos por las redes de carreteras del Reino Unido.
El monto sugerido es de seis peniques, por milla recorrida. Esto representaría, al año, aproximadamente 400 euros por cada auto eléctrico.
Una de los problemas estaría en cómo establecer el total de kilómetros recorridos. Para esto, los expertos sugirieron incorporar un dispositivo GPS a las motos y autos eléctricos que sume el kilometraje. De esta forma podría conocerse la distancia exacta recorrida y así estimar el impuesto al vehículo eléctrico.
No obstante, es muy probable que la posible inserción de un GPS genere más controversias. ¿Qué hará el gobierno con los datos que recupere de los conductores? La desconfianza se cierne ya sobre esta propuesta.