Decenas de miles de paneles solares sin usar se acumulan en los almacenes de toda Europa, mientras los ciudadanos sufren por racionamiento

Justo en el momento en el que el continente lucha contra una crisis energética sin precedentes, se destapa la noticia que, decenas de miles de paneles solares sin usar se acumulan en los almacenes.

Esto se debe -en parte- a la falta de ingenieros para instalar los módulos lo suficientemente rápido como para cumplir con los pedidos de estos dispositivos. Además, la oferta ha aumentado al dispararse la demanda de energía solar para hogares y empresas. Esto tras la subida de los precios de la electricidad por la actual situación en Ucrania.

«La energía solar es infraestructura y no se puede simplemente chasquear los dedos y hacer que la infraestructura suceda». Así lo explicó Jenny Chase, analista principal de energía solar. También añadió que las empresas de energía solar «están comenzando a darse cuenta de que, no se están instalando tan rápido como se están comprando».

Dries Acke, director de la empresa belga Solar Power Europe, asegura que el Viejo Continente podría batir un récord en capacidad solar instalada para 2022. Pero ese número sería aún mayor si se emplazaran todos los paneles que se les solicitan. Asimismo, detalla que se prevé que en Bélgica o Alemania los paneles pedidos ahora no serán instalados antes de marzo del próximo año.

Uno de los instaladores de paneles solares más grandes de España, Holaluz-Clidom, ha puesto en marcha una academia para formar trabajadores. Esto con el objetivo de hacer frente a la escasez de mano de obra. Carlota Pi Amorós, su directora ejecutiva, asegura que hace un año se necesitaban alrededor de 180 días para instalar uno de esos sistemas. Mientras que actualmente un máximo de 45 días.

«Existe una demanda increíble de energía solar en España», comentó en una entrevista. «Estamos entrando en otoño y les aseguramos a nuestros clientes que tendrán sus paneles solares antes del invierno. Es un punto de venta muy fuerte», agregó.

Otro problema para la «industria solar» europea tiene que ver con la logística, ya que se reportan largos retrasos en las aduanas. Esto mientras que la escasez global de chips de ordenadores implica que a algunos paneles les falten los convertidores necesarios para procesar la electricidad.