Oscar Pérez-Oliva, el nuevo ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, debe reactivar la maltrecha economía isleña
Con el nombramiento de Oscar Pérez-Oliva Fraga como ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), el gobierno cubano introdujo un nuevo cambio en su cúpula económica. A sus 53 años, este ingeniero electrónico asume el reto de reactivar la maltrecha economía isleña. Tendrá el desafío de atrayer inversiones que permitan reactivar las capacidades productivas paralizadas y generar exportaciones.
Un perfil técnico para desafíos económicos
Pérez-Oliva Fraga es un cuadro surgido de las filas del propio MINCEX. Allí se desempeñaba como viceministro primero desde enero de 2023. Su trayectoria de más de 15 años en el comercio exterior incluye roles como director de empresas y director de Evaluación de Negocios en la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
A diferencia de sus antecesores, como Ricardo Cabrisas, quien fue liberado de sus funciones ministeriales, Pérez-Oliva Fraga no proviene de las filas del Partido Comunista. Tampoco ha ocupado cargos políticos de alto nivel. Su perfil técnico y su experiencia en la evaluación de negocios e inversiones podrían ser una bocanada de aire fresco para un sector que ha enfrentado grandes dificultades.
Atraer inversiones: el reto más apremiante de Pérez-Oliva
El mayor desafío que enfrenta el nuevo ministro es revertir la tendencia decreciente de la inversión extranjera en Cuba. Según datos oficiales, hasta noviembre de 2023, se habían aprobado 343 negocios de inversión extranjera, pero no se especificó cuántos de ellos se encontraban en ejecución.
La burocracia, las sanciones de Estados Unidos y la crisis económica han sido factores que han desalentado a los inversionistas extranjeros. Pérez-Oliva Fraga deberá encontrar mecanismos para agilizar los procesos de aprobación. También necesitará brindar garantías a los inversionistas, en un contexto de escasez de recursos y deuda externa.
Reactivar la producción y generar exportaciones
Uno de los principales objetivos del nuevo ministro será reactivar las capacidades productivas paralizadas por falta de insumos, materias primas y combustible. El gobierno cubano confía en que las inversiones extranjeras puedan reactivar sectores clave como la agroindustria, la manufactura y el turismo. Además, espera generar productos y servicios para el mercado interno y la exportación.
Sin embargo, los montos de inversión requeridos son muy superiores a los convenios y proyectos ejecutados hasta el momento. Pérez-Oliva Fraga deberá explorar nuevas fuentes de financiamiento y socios estratégicos, en un contexto de creciente competencia global por los flujos de inversión.
Transparencia y diversificación de socios, otro desafío para Pérez-Oliva
Otro de los retos que enfrentará el nuevo ministro será aumentar la transparencia en los procesos de aprobación de inversiones. La falta de información detallada sobre los negocios en ejecución y los montos involucrados ha sido una constante en el sector.
Además, deberá diversificar los socios comerciales y de inversión de Cuba. Así reduciría la dependencia de aliados tradicionales como Rusia, China, Irán y Venezuela. La apertura a nuevos mercados y la atracción de inversionistas de diferentes regiones del mundo será clave para dinamizar la economía cubana.