El arresto de Tareck El Aissami, exministro de Petróleo y exvicepresidente de Venezuela, ha enviado una sacudida al ambiente político del país. Este hombre, durante mucho tiempo uno de los más cercanos y poderosos del círculo íntimo de Nicolás Maduro, ha caído en desgracia acusado de formar parte de una gran trama de corrupción en la petrolera estatal PDVSA.

¿Por qué fue el arresto de Tareck El Aissami?

Según las autoridades venezolanas, El Aissami lideraba un esquema para defraudar y saquear a PDVSA, apropiándose indebidamente de millones de dólares del patrimonio público. Se le acusa de delitos como traición a la patria, legitimación de capitales, distracción de fondos públicos y abuso de poder.

La Fiscalía asegura que El Aissami y sus presuntos cómplices montaron un entramado para asignar ilegalmente contratos, cargamentos de petróleo y productos derivados a empresas fachada, vendiendo estos productos muy por debajo de su valor real en el mercado. Luego habrían usado criptomonedas y creado un conglomerado de compañías para blanquear las millonarias ganancias ilícitas.

El exministro supuestamente lideraba esta «conspiración económica» con el objetivo de «acabar con la economía venezolana». Se indica que enviaban maletas con efectivo y oro al exterior como parte del esquema corrupto.

¿Qué significa para Venezuela el arresto?

El arresto de El Aissami representa un duro golpe contra una de las facciones más poderosas del chavismo y un intento de Maduro por desmarcarse de los elementos más corruptos de su entorno político de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

Se trata de una de las purgas más radicales realizadas en las filas del chavismo desde que llegaron al poder. El Aissami no era un funcionario cualquiera, sino un operador clave que gozó de la máxima confianza de Hugo Chávez y Maduro durante años.

Su caída refleja las enormes tensiones internas en el bloque oficialista venezolano. Por años, El Aissami fue prácticamente intocable pese a las sanciones de Estados Unidos por narcotráfico y otros señalamientos de corrupción.

¿Qué repercusiones económicas puede tener para Venezuela?

Más allá de las implicaciones políticas, el caso PDVSA-Cripto podría tener graves consecuencias económicas para un país ya sumido en una crisis sin precedentes.

De confirmarse un desfalco de la magnitud señalada por las autoridades (21.000 millones de dólares según algunas versiones), representaría un nuevo y durísimo golpe para las maltrechas finanzas de Venezuela y su principal industria, la explotación petrolera.

La trama de corrupción salpica a numerosos funcionarios y empresarios ligados al núcleo de poder chavista. Las investigaciones han dejado al descubierto cómo una red de altos cargos abusó de su autoridad para desviar cuantiosos recursos públicos hacia testaferros y empresas fantasmas.

Recuperar esos fondos desviados ilegalmente será una tarea titánica, pero indispensable para tratar de sanear y recapitalizar la arruinada estatal petrolera PDVSA, pilar de la economía nacional.

El arresto de El Aissami marca un punto de inflexión. Luego de años de opacidad, el reconocimiento oficial de esta estafa descomunal abre las puertas a una reestructuración sin precedentes del aparato petrolero venezolano. Las consecuencias económicas dependerán de la capacidad del gobierno de Maduro para cortar de raíz las prácticas corruptas enquistadas en sus más altas esferas de poder.