Aprender idiomas en la tercera edad puede ser muy beneficioso. Con el aprendizaje se ejercita la mente y se mejora la salud psicosocial. 

Uno de los mitos más aceptados es que el mejor momento para aprender un idioma es la niñez. De seguro has escuchado que los niños “son esponjas” que captan todo rápidamente, por lo que pueden dominar en menor tiempo la nueva lengua. En realidad, diferentes estudios han demostrado que, aprender idiomas en la tercera edad, también es posible. Además, este aprendizaje es muy beneficioso,  tanto para la mente como para la vida social del adulto mayor.

Una ventaja que tienen los de la Tercera Edad es que cuentan con más tiempo para estudiar. Ya no tienen que preocuparse por el trabajo u otras funciones que llenan su agenda diaria. Ahora pueden dedicar la parte del día que quieran a aprender el nuevo idioma. Otra ventaja de la Tercera Edad es que tienen un mayor desarrollo cognitivo y pueden realizar diferentes tipos de asociaciones, lo cual resulta muy útil en los procesos de aprendizaje.

Aprender idiomas en la tercera edad produce varios beneficios

Un primer beneficio para la salud es que les permite tener la mente activa. El hecho de estudiar un idioma es comparable, en cuanto al desarrollo cognitivo, con lo ejercicios de entrenamiento del cerebro. Otro detalle muy valioso es que disminuyen las posibilidades de que aparezca la enfermedad de Alzheimer.

Además, aprender un nuevo idioma ayuda a fortalecer la memoria, porque nuestro cerebro está como en un gimnasio mental. También le otorga a la persona una mayor rapidez cognitiva. La razón es que se establecen mayores conexiones entre las neuronas.

La salud psicosocial es muy importante y se puede estimular con aprender idiomas en la tercera edad

Los beneficios de estudiar un idioma en la Tercera Edad también se expresan en la salud psicosocial de cada persona. Es cierto que a día de hoy, en tiempos de pandemia por coronavirus, los cursos son en su mayoría online. No obstante, en algún momento se podrá regresar a cursos presenciales, impartidos en prestigiosas escuelas.

Este momento de asistir a la escuela de idioma es especial para el adulto mayor. De esta manera sale de casa, tiene más vida social y conoce nuevas personas. Así también ocupa más su tiempo y puede sentirse más útil. Todo esto se verá reflejado en su estado anímico.

Muchas personas de la Tercera Edad son amantes de los viajes. Al aprender el nuevo idioma tienen el argumento ideal para ir a conocer el país del que ya dominan su lengua.

Entonces, si estás en la Tercera Edad, no pienses que han terminado tus oportunidades de aprender inglés, francés, chino mandarín, alemán, portugués, japonés o cualquier otro idioma. Al lanzarte a esta aventura estarás ayudando a mantener en buena forma a tu arma principal: el cerebro.

Un algoritmo para aprender un idioma en ocho meses

La tecnología se ha convertido en una herramienta clave para facilitar y acelerar el aprendizaje de otras lenguas. El método 8Belts se basa en inteligencia artificial para conseguir que un usuario pueda aprender un idioma en solo ocho meses. El inglés, chino mandarín y francés son las lenguas más poderosas del mundo, según el Índice del Poder del Lenguaje (PLI, por sus siglas en inglés). Esta clasificación mide la utilidad de dominar un idioma teniendo en cuenta las oportunidades que ofrece en relación con el turismo, la comunicación o relaciones diplomáticas.

“Una de las claves más innovadoras de 8Belts es que potencia la fluidez y memorización activando las partes del cerebro que procesan y generan el lenguaje. Importante ventaja para aquellos que han sufrido con los idiomas”, afirma Fernando Moreno, CEO de 8Belts. “Esto permite simplificar el aprendizaje para cualquier alumno, independientemente de su talento o edad. Para desarrollar este método, la compañía aplicó la relación entre cuántas horas dedica un usuario a estudiar, cuánto aprovecha realmente y cuánto se traduce en aprendizaje. Los algoritmos matemáticos de 8Belts buscan que la tasa de aprovechamiento llegue al 100%. El método utiliza algoritmos para intentar detectar las debilidades de cada estudiante y reforzarlas. De hecho, dos alumnos que empiezan en el mismo nivel pueden estar aprendiendo cosas distintas después del mismo período de aprendizaje. El software se adapta al ritmo del alumno y monitoriza en todo momento su progreso.

8Belts ya ha ofrecido más de 500.000 sesiones de formación online a particulares y a empresas. La empresa cerró 2020 con una facturación superior a los seis millones de euros. En 2021, prevé un crecimiento por encima del 70% y espera alcanzar los 30.000 alumnos.