Muchos viajeros se preguntan cómo es viajar con Wingo, la aerolínea colombiana de bajo costo. En este artículo, compartiré mi experiencia de viaje de ayer desde Panamá a La Habana para que puedas comprender mejor qué esperar al volar con Wingo.

Desde el momento en que decidí comprar mi boleto en línea, comencé a notar señales de que viajar con Wingo no sería una experiencia agradable. Cada paso del proceso de compra parecía diseñado para cobrarme extras y hacer que la adquisición del boleto básico fuera complicada. Tuve que desmarcar varias casillas y saltar varios obstáculos para finalmente obtener mi boleto. Parecía que la aerolínea estaba empeñada en maximizar sus ingresos desde el principio.

Mi tarifa básica ascendió a 380 dólares, lo que incluía únicamente una mochila de mano. Esto parecía razonable para un vuelo de bajo costo, pero lo peor estaba por venir. El vuelo sufrió un retraso de 4 horas. Bien calculado, no fueron 5 porque podría haber requerido una compensación.

Durante el check-in, me informaron que mi mochila cumplía con los parámetros de peso, pero excedía en dos centímetros en cuanto a las dimensiones debido a las ruedas. Intenté explicar que mi mochila estaba certificada para uso en cabina, pero no hubo margen para la comprensión.

Dos días antes había viajado con la misma mochila en la misma trata, el vuelo fue regular, a parte que el capitán se pasó de la pista de aterrizaje, tuvo que subir de nuevo el avión y tuvimos que dar una vuelta larga encima de la ciudad para volvernos a alinear a la pista y aterrizar.

Wingo, una aerolínea de baja calidad

La empleada me explicó que Wingo es una aerolínea de bajo costo y estas son sus políticas: o pagas 85 dólares adicionales o dejas tu equipaje en tierra. Era increíble que me cobraran 85 dólares por una diferencia de dos centímetros en las ruedas. Incluso intenté quitar las ruedas o dañar la maleta para ajustarla, pero no hubo solución: ¡la mochila sí que no era de baja calidad! Finalmente, me vi obligado a pagar los 85 dólares.

Durante el almuerzo, que tuvo lugar gracias al retraso, nos sirvieron una porción diminuta de pollo, un poco de arroz y una bebida. Tuvimos que comer en el suelo debido a la falta de instalaciones adecuadas.

A las 3 de la tarde, finalmente llegó el avión y comenzamos a abordar. A las 3:40 despegamos. La temperatura a bordo era insoportable. Hacía frío y todos los pasajeros se quejaban. Las azafatas parecían no hacer nada al respecto y susurraban entre ellas bajo costos, bajo costo, como riéndonos de quien se quejaba. Mi respuesta fue clara: «baja calidad». Realmente, la calidad de los aviones y el servicio ofrecido por Wingo dejaban mucho que desear.

Finalmente llega el momento de las ventas a bordo, las azafatas se ponen casi agresivas: ¿va a querer algo? Los precios son de 3 dólares una cerveza o un refresco, pero caliente y 7 para un bocadillo. No hay hielo. Será por el frio a bordo.

En resumen, mi experiencia al viajar con Wingo fue una verdadera pesadilla. Si estás pensando en volar con ellos solo por el precio, te aconsejo que explores otras opciones antes de decidirte. Wingo no es simplemente una aerolínea de bajo costo; es una aerolínea de baja calidad que prioriza sus ingresos sobre la comodidad y la satisfacción de sus pasajeros.