El gobierno venezolano tomó la drástica decisión de desconectar todas las granjas de minería de Bitcoin del Sistema Eléctrico Nacional. Esta controvertida medida, anunciada por el Ministerio de Energía Eléctrica, apunta a reducir la demanda eléctrica y garantizar un suministro «eficiente y confiable» para los ciudadanos.

El consumo voraz de las granjas de minería en Venezuela

La minería de criptomonedas, en particular el Bitcoin, es una actividad que requiere un consumo masivo de electricidad. Cada máquina minera individual, conocida como ASIC, consume grandes cantidades de energía. Además, las granjas completas necesitan sistemas de enfriamiento adicionales que incrementan aún más su demanda energética.

En Venezuela, donde la infraestructura eléctrica se encuentra en un estado precario, este consumo desmedido ha exacerbado los problemas existentes. Según autoridades locales, las granjas de minería han sido señaladas como uno de los principales factores que contribuyen a los frecuentes apagones y racionamientos que azotan al país.

Un servicio eléctrico deficiente y la búsqueda de soluciones

La crisis energética en Venezuela es de larga data y se ha vuelto crónica. El sistema eléctrico, dependiente en gran medida de la represa hidroeléctrica de Guri, ha sufrido por años de falta de inversión y mantenimiento adecuado. Esto ha llevado a constantes interrupciones del servicio. Los cortes han afectado gravemente la calidad de vida de los ciudadanos. También dificultan los esfuerzos por reactivar la economía.

En este contexto, el gobierno ha decidido tomar medidas drásticas para intentar aliviar la situación. Además de desconectar las granjas de minería de Bitcoin, se ha pedido a los ciudadanos denunciar cualquier actividad sospechosa de minería en sus comunidades. Además, se han anunciado restricciones horarias para el funcionamiento de la administración pública en algunos estados.

Incertidumbre legal y antecedentes de corrupción

La decisión de desconectar las granjas de minería en Venezuela se produce en medio de una incertidumbre legal en torno a la regulación de las criptomonedas en Venezuela. Tras el escándalo de corrupción conocido como «PDVSA Cripto», en el que presuntamente se desviaron miles de millones de dólares a través de transacciones con criptomonedas, la Superintendencia Nacional de Criptoactivos fue intervenida y su marco regulatorio quedó en el limbo.

Cabe destacar que, si bien el gobierno alega que la medida busca evitar el «alto impacto en la demanda» eléctrica, algunos analistas sugieren que también podría ser una forma de frenar las operaciones mineras vinculadas a la trama de corrupción que se investiga.

Un futuro incierto para las granjas de minería de Bitcoin en Venezuela

A pesar de los esfuerzos del gobierno por controlar la crisis energética, la decisión de desconectar las granjas mineras de Bitcoin del SEN ha generado incertidumbre y preocupación en torno al futuro de esta actividad en el país. Aún no está claro si las operaciones que no dependen de la red eléctrica nacional podrán continuar funcionando o si enfrentarán restricciones similares.

Mientras tanto, la población venezolana sigue luchando contra los recurrentes apagones y racionamientos, en espera de que las medidas adoptadas por las autoridades puedan brindar algún alivio a una situación que se ha vuelto insostenible.