Un nuevo reglamento impide a las autoridades de EE.UU. detener y deportar a migrantes indocumentados. La medida ha sido muy polémica
El departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos comenzó a aplicar un nuevo reglamento que protege los migrantes indocumentados. Este reconoce que ningún migrante en ese país será detenido y deportado, solo por el hecho de no tener documentos. El cambio está basado en un memorándum firmado, dos meses atrás, por Alejandro Mayorkas, secretario de ese departamento.
De acuerdo con el reglamento ya vigente, los funcionarios de migración de Seguridad Nacional realizarán una investigación pormenorizada, antes de deportar a un migrante. La investigación contempla, por ejemplo, una revisión de los antecedentes penales de esa persona.
«Esto garantizará una evaluación minuciosa y caso por caso de si la acción de aplicación de la ley está justificada y es apropiada, lo que permitirá al departamento de Seguridad Nacional concentrar sus recursos limitados en casos de mayor importancia para el interés nacional», aseguraron desde Seguridad Nacional.
En estos momentos, Seguridad Nacional reconoce que no tiene recursos financieros suficientes para buscar y expulsar a los más de 11 millones de personas indocumentadas a que viven, a día de hoy, en Estados Unidos. Pero, la medida podría incrementar el tráfico de migrantes.
Mayorkas mostró cierta posición favorable hacia los indocumentados. Reconoció que estas personas habían contribuido en sus comunidades. Dijo que muchos habían estado «en primera línea en la batalla contra la Covid-19». También aseveró que «lideraban nuestras congregaciones de fe» y que realizaban «un trabajo agrícola agotador para ayudar a llevar comida a nuestra mesa».
Cazarán solo a espías y terroristas
Con la entrada en vigor del nuevo reglamento, la detención y deportación de migrantes estará centrada, sobre todo, en aquellos sospechosos de actos de espionaje o terrorismo.
Además, las autoridades buscarán a los que hayan tenido una conducta criminal severa. Un tercer elemento a tener en cuenta para la deportación será sobre los migrantes apresados tras entrar, de manera ilegal, a Estados Unidos, después del 1 de noviembre de 2020.
Este reglamento ha despertado muchas polémicas. Supuestamente debía haber entrado en vigor a principios de año; sin embargo, vino una demanda de los estados de Texas y Luisiana. En agosto, un juez de distrito de Texas aceptó esa demanda. El juez alegró que la política migratoria seguida por la Administración Biden iba en contra de la Ley de Procedimiento Administrativo.
Entonces vino la réplica de la Casa Blanca. En septiembre, el Quinto Tribunal de Apelaciones decidió a favor del gobierno. Por tanto, detuvo la orden del juez de distrito de Texas, porque era un tribunal inferior.
De esta forma, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas tiene que regirse por lo estipulado en el actual reglamento que establece nuevas prioridades de arresto y deportación para los migrantes.