El agricultor y guía de montaña peruano Saúl Luciano Lliuya se hizo conocido cuando acusó al gigante energético alemán RWE

Esto porque RWE habría contribuido con el cambio climático y a poner en peligro a su ciudad natal, Huaraz, en los Andes. Seis años y medio después, la demanda ha entrado en una fase decisiva. Lliuya considera que RWE es un gran emisor de dióxido de carbono, lo que ha provocado el deshielo de los Andes.

Esta semana varios magistrados alemanes del Tribunal Regional Superior de Hamm, donde Lliuya apela su demanda, se trasladaron hasta Perú para examinar la zona. Esto además de varios asesores jurídicos y peritos. El viaje estaba previsto en 2020, pero tuvo que aplazarse por la pandemia del coronavirus.

Los expertos deben analizar si existe una conexión entre las emisiones de CO2 por parte del gigante energético. Esto además de si la casa de Lliuya está realmente amenazada por una posible «ola de inundación» del lago glaciar Palcacocha, situado sobre Huaraz.

La organización no gubernamental Germanwatch, que respalda la demanda de Lliuya, advierte que la zona de peligro de Huaraz «abarca un área con 50.000 personas». La ciudad tiene un total de 118.000 personas.

Según las estimaciones de Germanwatch, el cambio climático ha provocado que el lago haya aumentado 34 veces su volumen desde 1970.

Además, varios estudios sostienen que cada vez es más probable que grandes trozos de hielo y roca caigan en el lago. Además, según el demandante, el deshielo podría provocar «una ola de inundación» que afectaría a su ciudad.

En 2017, el caso ya hizo historia cuando el Tribunal Superior de Hamm admitió a trámite la demanda de Lliuya, que pidió a RWE 17.000 euros. Esto debido a los costes de prevención para frenar las inundaciones en Huaraz.

«Espero que los jueces y también los representantes de RWE se hayan dado cuenta con su visita del riesgo cada vez mayor al que nos exponemos». Así lo comentó Lliuya, en unas declaraciones recogidas por la organización.

Por su parte, Roda Verheyen, abogada de Lliuya, afirmó que «las pruebas recabadas son abrumadoras».

«Esperamos que ahora se produzca un nuevo juicio y una sentencia rápida para que puedan iniciarse finalmente las medidas de protección necesarias», añadió.