Durante 2021, en el mundo, se registró el asesinato de 45 periodistas, según el más reciente informe ‘Death Watch’, elaborado por el IIP
El Instituto Internacional de la Prensa monitoreó el asesinato de 45 periodistas en 2021. La región Asia y Pacífico concentra el mayor número de crímenes (18) contra periodistas, seguido del continente americano, que contabiliza 10 homicidios. El resto de los asesinatos ocurrieron en el África Subsahariana (9), en Europa (6) y en Oriente Medio y África del Norte (2).
De los 45 asesinatos de reporteros a nivel global, 28 se perpetraron como represalia al trabajo realizado. 11 están siendo investigados, 3 ocurrieron en medio de un conflicto armado, 2 mientras los periodistas cubrían disturbios civiles y uno durante una asignación.
Por segundo año consecutivo México es el país más letal del mundo para ejercer el oficio, con siete homicidios de periodistas contabilizados por IPI. Crímenes que en su totalidad estarían directamente relacionados con su labor profesional.
La organización no gubernamental documentó los homicidios de los reporteros mexicanos Alfredo Cardoso, Benjamín Morales, Fredy López, Gustavo Sánchez, Jacinto Romero, Ricardo Domínguez y Saúl Tijerina.
En América Latina los periodistas mexicanos están más a riesgo
Para el Instituto Internacional de la Prensa, los periodistas mexicanos están especialmente en riesgo cuando investigan tráfico de drogas. Esto, así como los vínculos de la política local con el crimen organizado.
Además, IPI apunta también sobre el alarmante nivel de impunidad en la nación latinoamericana. Misma en donde las autoridades han detenido a presuntos responsables del crimen en uno de los siete casos registrados. Esto según el seguimiento que realiza la organización internacional de derechos humanos, Artículo 19.
En la región latinoamericana, detrás de México en el listado se ubicaron Guatemala, Haití y Colombia, con un crimen en cada nación. Se trata de los homicidios de los periodistas Pedro Alfonso Guadrón, Diego Charles y Efraín Montalvo.
«Olas de violencia contra la prensa pueden llevar a la autocensura cuando periodistas evitan ciertos temas que ponen sus vidas en peligro», señala el IPI.
«Esto empeora aún más en un clima de impunidad en el que los asesinos no deben responder por sus actos. IPI se solidariza con las familias y con los colegas de todos los periodistas asesinados por su trabajo en 2021. Además, exige que los responsables respondan por sus actos», concluyó.