El 2023 pasará a la historia como un año de grandes quiebras de algunas de las empresas más icónicas de Estados Unidos. Desde startups valoradas en miles de millones hasta minoristas centenarios, se declararon en bancarrota en los últimos 12 meses.
La recesión económica, la inflación descontrolada, las tasas de interés al alza y los cambios en los hábitos de los consumidores han pasado factura a negocios de todos los sectores. Algunos no han logrado adaptarse a la evolución del mercado, mientras que otros arrastraban problemas financieros previos que se han agravado con la coyuntura actual.
Si bien las grandes quiebras no suponen necesariamente el fin de una compañía, sí implica una dolorosa reestructuración y, a menudo, el cierre de operaciones y despidos masivos.
WeWork, una de las grandes quiebras del año
Uno de los episodios más dramáticos fue la caída de WeWork. La startup de espacios de coworking llegó a estar valorada en $47.000 millones y era vista como un emblema de la nueva economía, con un crecimiento meteórico. Pero en 2019 su intento de salir a bolsa destapó un entramado financiero poco sólido y un liderazgo errático.
La pandemia asestó otro mazazo al limitar la demanda de oficinas compartidas. Tras años de pérdidas millonarias, WeWork se declaró en bancarrota en noviembre de 2023 para renegociar sus contratos onerosos de alquiler y tratar de seguir operando.
Minoristas históricos al borde del abismo, otras grandes quiebras
Varias cadenas minoristas que llevan décadas en el mercado estadounidense también se han visto abocadas a la bancarrota. Entre los casos más notorios está Bed Bath & Beyond, icónica tienda de artículos para el hogar fundada en 1971.
Tras años de declive frente a la competencia de Amazon, Walmart y Target, la empresa se acogió al Capítulo 11 en abril de 2023 antes de proceder al cierre definitivo de sus más de 900 tiendas. Otra veterana, la farmacéutica Rite Aid, con casi 100 años de historia, también quebró en 2023 ahogada por las deudas.
Party City, la mayor cadena de artículos de fiesta, o Tuesday Morning, centrada en productos para el hogar a precios de descuento, fueron otras grandes quiebras en el año.
Startups prometedoras que naufragan
Varias startups que irrumpieron con ambiciosos proyectos para disrumpir en sus sectores han acabado estrellándose estrepitosamente.
Uno de los casos más llamativos es Lordstown Motors, que quería convertirse en referente de los vehículos eléctricos. La empresa adquirió una antigua planta de General Motors en Ohio, pero en 2023 quebró antes de iniciar una producción real, ahogada por las deudas.
SmileDirectClub protagonizó una ascensión y caída igual de rápida. Su modelo de alineadores dentales online valuó la empresa en $8.900 millones en 2019, pero la firma se declaró en bancarrota y acabó cerrando.
De las criptomonedas a la banca tradicional
La crisis de las criptomonedas también ha pasado factura al sector financiero tradicional. Plataformas como BlockFi, Voyager y FTX se derrumbaron tras años de expansión descontrolada.
Pero las ondas expansivas alcanzaron a bancos sin exposición directa al mundo cripto, como SVB Financial, el mayor prestamista de Silicon Valley, que se declaró en bancarrota en 2023 con $900 millones en activos.
El panorama empresarial post-pandemia está resultando un campo de minas que ha provocado grandes quiebras en empresas de todos los tamaños y sectores. Las recapitalizaciones y reestructuraciones no evitarán un número récord de quiebras que tardarán en olvidarse.