Vivir a 50 grados bajo cero en la ciudad más fría del mundo puede explicarnos como sería vivir en la Antártida

Quienes se han atrevido a visitar esta recóndita población siberiana dicen que el aire congela todo lo que queda expuesto. La piel es la primera en notar el helador frío, se adormece y el peligro de congelación es constante. El aire corta la respiración.

Yakutsk es la capital de la República de Sajá en Siberia oriental, Rusia. Se trata de una pequeña ciudad de poco más de 300 mil habitantes. Es mejor conocida mundialmente por sus intensas temporadas de invierno, las cuales pueden llegar a los 50 grados centígrados bajo cero. Por esto es considerada como la ciudad más fría del mundo, según el medio científico ‘Live Science’.

En poco más de 30 minutos aparecen los sabañones y si no vas bien abrigado puedes morir congelado en una hora. La humedad de las fosas nasales y de los ojos se congelan. Por ese motivo es normal ver a sus habitantes con las pestañas y las cejas con una fina capa de nieve.

Las temperaturas en Yakutsk son tan bajas que las construcciones están diseñadas para prevenir accidentes que puedan ser provocados por el derretimiento del hielo. A esto se debe que los edificios están elevados a dos metros de altura con el objetivo de que el hielo derretido no dañe las construcciones.

¿Sería posible vivir en la Antártida?

De igual forma, los sistemas de cañerías de gas no se encuentran bajo tierra, tal como en la gran mayoría de ciudades importantes en el mundo. Si no que se encuentran a la intemperie, esto con el objetivo de que no se congelen y se dañen.

Los nativos recomiendan a los visitantes no usar gafas al aire libre, sobre todo, si la montura es de metal. Esto porque terminarán pegadas a la cara y al quitarlos se arrancará la epidermis provocando heridas indeseables, que también sufrirán el proceso de congelación. ¿Te imaginas cómo sería vivir en la Antártida?

A la ropa térmica, los anoraks y los guantes hay que añadirle un buen abrigo de piel y sombreros de zorro ártico. Y como el suelo está permanentemente congelado, permafrost, por lo que es necesario transitar por sus calles con el mejor calzado: botas de piel de reno.

En los mercados al aire libre, es normal ver puestos ambulantes con piezas de carne y pescado exhibidos como la fruta. La climatología permite que los alimentos se mantengan frescos sin ningún tipo de refrigeración.