El cacao está experimentando un auge sin precedentes en los mercados internacionales. Los precios se han disparado a niveles récord, alcanzando los $6.523 por tonelada a inicios de 2024, un triple del valor registrado hace apenas un año y medio. Esta escalada vertiginosa responde a una combinación de factores climáticos, especulativos y productivos que han confluido para crear una oportunidad de oro para los países productores, entre ellos, Ecuador.

La tormenta perfecta para el aumento del precio del cacao

La tormenta que azota al sector cacaotero mundial se origina en África, cuna de los principales productores de cacao. Costa de Marfil y Ghana, responsables del 70% del suministro global, han visto mermadas sus cosechas de manera drástica. Un invierno prolongado y el temido fenómeno climático de «El Niño» han castigado severamente los antiguos cacaotales africanos, reduciendo su producción.

Sumado a esto, las nuevas regulaciones de la Unión Europea, principal demandante de chocolate, han impuesto restricciones estrictas sobre la deforestación y el trabajo forzoso, dos problemas endémicos en la industria cacaotera africana. Estas medidas han dificultado aún más la labor de los productores locales, quienes ya enfrentaban obstáculos como los elevados impuestos gubernamentales y la escasez de mano de obra.

La fiebre especulativa

Ante esta coyuntura de escasez, los especuladores han entrado en escena, acaparando el producto y realizando compras a futuro para así aumentar el precio del cacao. Esta maniobra ha creado una sensación de escasez artificial, incentivando a más inversionistas a sumarse a esta ola especulativa. Sin embargo, los analistas advierten que miles de ellos perderán millones cuando los precios del cacao comiencen a caer, una vez que los especuladores hayan obtenido suficientes ganancias.

Una industria en auge

La creciente demanda global ha impulsado el desarrollo de una pujante industria chocolatera en Ecuador, liderada por empresas emblemáticas como Pacari. Estas compañías están buscando ampliar su oferta y producir de manera más eficiente para aprovechar los precios elevados, sin golpear demasiado el bolsillo de los consumidores.

Si bien el boom del precio del cacao representa una buena noticia para los productores ecuatorianos, también amenazan con generar un aumento significativo en el precio al consumidor del chocolate, que podría oscilar entre el 10% y el 30%.

No obstante, las perspectivas son alentadoras. Según expertos, Ecuador tiene la capacidad para aprovechar esta oportunidad y garantizar un mercado para todo el volumen adicional que se pueda producir. La clave estará en capitalizar esta ventana de oportunidad y consolidar al país como un referente mundial en la producción de cacao de calidad.

Lla escalada de precios del cacao, impulsada por factores climáticos, especulativos y productivos, ha abierto una vía de oro para Ecuador. Con su prestigio, calidad y condiciones favorables, el país está listo para asumir un papel protagónico en el abastecimiento de este codiciado fruto, satisfaciendo la creciente demanda global y dejando una huella indeleble en la historia del cacao.