Worldcoin es un proyecto ambicioso que busca crear una red financiera global y una identidad digital descentralizada basada en la verificación biométrica a través del escaneo del iris humano. Detrás de esta iniciativa se encuentra Sam Altman, CEO de OpenAI, la empresa responsable del revolucionario ChatGPT.
La propuesta de Worldcoin es simple pero controvertida: a cambio de escanear su iris, los usuarios reciben una parte de la criptomoneda WLD, la moneda digital de la plataforma. La idea es distribuir de manera justa esta criptomoneda entre la mayor cantidad de personas posibles, creando así una red financiera global de propiedad colectiva.
Sam Altman, el visionario fundador de Worldcoin y su búsqueda por una identidad digital descentralizada
Altman, un emprendedor visionario, fundó Worldcoin en 2019 con la convicción de que la inteligencia artificial y los avances tecnológicos estaban creando un mundo donde sería cada vez más difícil distinguir entre humanos y bots. Worldcoin pretendía ser la solución, una red que preservaría la privacidad de todos los seres humanos al tiempo que los identificaría de manera única e inviolable.
¿Por qué varios países se alarmaron por Worldcoin?
A pesar de las intenciones iniciales, las actividades de Worldcoin han levantado alarmas en varios países debido a preocupaciones sobre la privacidad y el uso de datos biométricos. La idea de escanear el iris, una característica biométrica altamente distintiva y estable a lo largo de la vida, ha generado temores sobre posibles usos indebidos, robo de identidad, vigilancia no autorizada y tráfico de información personal.
Organismos de protección de datos en países como España, Portugal y Alemania han iniciado investigaciones y han suspendido temporalmente las operaciones de Worldcoin. Estas naciones cuestionan la legalidad de la recolección de datos biométricos, la falta de transparencia sobre su uso y la imposibilidad de revocar el consentimiento o eliminar los datos una vez entregados.
¿Más privado que las redes sociales?
Tiago Sada, responsable de producto de Worldcoin, defiende el proyecto asegurando que es «más privado que cualquier cosa que usamos en el día a día, incluso más que Facebook, Google o TikTok». Según Sada, Worldcoin no almacena los datos biométricos después del escaneo y solo mantiene un código del iris para la identificación digital.
Sin embargo, las preocupaciones persisten. Expertos en privacidad y ciberseguridad advierten sobre la falta de transparencia de Worldcoin en relación al uso de los datos biométricos recolectados y los riesgos inherentes a este proceso, como robo de identidad, vigilancia no autorizada y posibles hackeos que comprometan la seguridad de la información.
A pesar de las controversias, Worldcoin ha logrado atraer a millones de usuarios en todo el mundo con la promesa de recibir tokens WLD. Sin embargo, a medida que la plataforma continúa su expansión global, la pregunta sigue siendo: ¿estamos dispuestos a entregar nuestra información biométrica más sensible a cambio de una moneda digital y una identidad descentralizada?